Desde el 1 de enero de 2017 los supermercados e hipermercados de la Ciudad dejarán de entregar bolsas plásticas.
Está claro que cuidar el medioambiente se ha vuelto una necesidad imperiosa en la vida moderna. En ese contexto, el Gobierno Porteño lanzó el programa Ecobolsas. Y el objetivo es muy simple: desregularizar el uso de bolsas plásticas.
La ecuación es evidente: es preferible reutilizar mucha cantidad de veces antes de preferir los recursos de un solo uso, que resultan totalmente perjudiciales para el medioambiente, ya sea en el corto como en el largo plazo: esas mismas bolsas son las que tapan las salidas de los sumideros y las que se alojan en desagües, cloacas y hasta ríos para no degradarse hasta dentro de cientos de años.
En ese contexto, la resolución 341 de la Agencia de Protección Ambiental busca fomentar el uso de materiales reutilizables. Y el proyecto viene con concientización: el Gobierno de la Ciudad distribuirá más de un millón de Ecobolsas reutilizables en puntos de gran circulación de vecinos y en sitios claves de consumo barrial. A partir de ahora, deberán cambiar los hábitos a la hora de hacer las compras: antes de salir de casa habrá que agarrar las llaves, la billetera y, de ahora en más, la bolsa o el changuito.
Y no solo por la cantidad sino por la calidad la novedad mejorará el medioambiente: además de que no se utilizarán miles y miles de bolsas por día, las nuevas Ecobolsas son recicladas y biodegradales. Y no generarán problemas: por su tamaño, se podrá cargar el mismo peso y la misma cantidad de cosas que siempre.
Este proyecto acompaña los casos exitosos probados en provincias como Neuquén, Rio Negro y Chubut, así como también las corrientes a nivel internacional, fundamentalmente en Francia, Italia y China, en las que el resultado fue satisfactorio.