Se eligieron las tres obras más emblemáticas entre las que conmemoran al general: la de la Plaza San Martín, la Plaza Grand Bourg y la Plaza del Ejército de Los Andes.

El marco del aniversario 166 de la muerte del General José de San Martín, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires aprovechó para realizar un reconocimiento más interesante que unas simples palabras: se pusieron en valor los tres monumentos más emblemáticos creados a la memoria del Libertador de América. Se trató de las obras emplazadas en la Plaza San Martín, la Plaza Grand Bourg y la plaza Ejército de Los Andes.

La primera de las mencionadas resulta de por sí un sitio emblemático y simbólico: fue allí donde el General instaló los cuarteles del Regimiento de Granaderos a Caballo en el año 1812. Por esa razón, claro, en 1878 y a exactamente cien años de su nacimiento, se le otorgó a ese espacio verde el nombre de San Martín. Considerando el deterioro general del monumento, fundamentalmente generado por actos vandálicos, se repusieron piezas faltantes –dedos de San Martín, sables de los Granaderos, Escudos-, en una realización que buscó imitar exactamente el simil bronce que compone la obra. Además, se realizó una limpieza general en todos sus sectores, tanto en la base como en las escaleras y la escultura en general.

En Grand Bourg –Sitio en el que vivió San Martín durante 12 años- se realizó una limpieza mediante hidrolavado que buscó reacondicionar la apariencia original del monumento que muestra al general en la vejez, junto a sus dos nietas. Por último, en el busto ubicado en la plaza Ejército de Los Andes, también se realizaron tareas de hidrolavado, aunque en este caso además se borraron leyendas escritas y se pintó la base, ya descolorida por el paso del tiempo. Y ese tipo de medidas no sólo son estéticas: también son simbólicas. Mantener la figura del prócer limpia y en buenas condiciones, es un gesto siempre digno de destacar.