La Pirámide de Mayo, emblema histórico y cultural de la Ciudad, está siendo restaurada y volverá a tener en su entorno cuatro estatuas que formaron parte del monumento hasta 1912 y que desde hacía años se encontraban emplazadas en la Plazoleta San Francisco, ubicada en Defensa y Alsina.

Sucede que las obras presentan una serie de deterioros producto del vandalismo al que se vieron sometidas en su emplazamiento de Plazoleta San Francisco, presentado faltantes de algunas partes (dedos, narices, etc.), manchas de pintura sintética, leyendas escritas con marcador e incisiones.

Como parte de estos trabajos, se descubrió la parte superior de la Pirámide, sobre la que continúa su restauración integral.

La obra contempla volver a instalar las 4 esculturas en su entorno tal como existió en su emplazamiento original. Se trata de La Navegación, La Industria, La Geografía y La Astronomía, que serán restituidas al monumento después de 105 años.

Los restauradores buscan recuperar la esencia de la primera Pirámide, con sus colores y mampostería. Los trabajos incluyen la eliminación de vegetación invasiva en torno a la Pirámide de Mayo, la reparación del solado de la Plazoleta San Francisco y la intervención y recuperación de las placas de bronce conmemorativas.

La Pirámide de Mayo es el primer monumento nacional y fue construido en 1811 para conmemorar el primer aniversario de la Revolución de Mayo y rendir homenaje a los primeros héroes de la Patria.

Por eso, para mantener los mayores cuidados en el proceso de reconstrucción se conformó un equipo multidisciplinario, integrado por dos planteles específicos, uno para la Pirámide y otro para las esculturas, coordinados por la restauradora Marta Zaffora y el arquitecto Miguel Crespo, respectivamente.

Las cuatro esculturas talladas en mármol blanco fueron trasladadas a la Plaza y están siendo restauradas como paso previo a su recolocación en el basamento de la Pirámide.