Un puente desmontable será la solución provisoria para mejorar la circulación en torno al paso a nivel de Nazca.
Los que viven en el barrio de Flores, y especialmente los que lo recorren el auto, saben lo que puede significar el cruce del ferrocarril Sarmiento: sin las obras para soterrar el paso, ese camino puede convertirse en un suplicio. Por eso, el Gobierno Porteño ha resuelto la construcción de un puente provisorio y desmontable que servirá para descongestionar la zona y alivianar el paso en la tarea de cruzar las vías.
El cruce será a través de Argerich y liberará el paso en la avenida Nazca. Según comunicó AUSA, el puente tendrá una longitud de 265 metros de largo, con un total de dos carriles que circularán en un único sentido: hacia el sur. La estructura estará hecha con vigas de hormigón desmontable. Además, la obra prevé un paso peatonal y la creación y parquización de nuevas veredas, además de la renovación de la iluminación en la zona. Se estima que la obra resolverá buena parte de la congestión vehicular del barrio y permitirá a los vecinos ahorrar entre 10 y 20 minutos de viaje.
Esta solución provisoria, con la lógica de un puente desmontable que, a posteriori podría ser utilizado en cualquier otra parte de la ciudad que sea necesario, es de carácter inédito para el Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, Autopistas Urbanas –que será un socio estratégico en la creación del proyecto- ya había realizado un emprendimiento similar, cuando reutilizó vigas de un puente en desuso para crear el puente peatonal que cruza la avenida Antártida Argentina.
En caso de que finalmente se concrete la obra, seguramente tendrá un carácter escencial para mejorar la circulación en el barrio. Pero, aun así, eso no debe tapar lo realmente importante: las obras que son necesarias para mejorar la seguridad y la circulación real en torno al tren.