En tiempos de grandes estímulos audiovisuales, el teatro y la música siguen teniendo su lugar
La oferta de espectáculos infantiles se ha ido ampliando con el tiempo. Ya no es la misma que desde hace años. Es que las audiencias infantiles ya no son las mismas y todo ha ido cambiando.
Hace años, no tantos, la oferta era reducida a tres o cuatro números que eran los que llenaban las salas en vacaciones de invierno sobre todo. Hoy todo ha crecido: desde lo más mainstrean a lo más alternativo hay bastante para ver.
Ir con niños a ver un espectáculo infantil es una experiencia inigualable y mucho más si es una noche de verano al aire libre. De eso se trata la propuesta que se llevó a cabo en a las noches de enero en el anfiteatro del Parque Centenario.
De esa forma pudo verse de manera gratuita: La arena y el agua, Historias de por ahí y Lindo Patito Feo, todas propuestas llevadas adelante por el Grupo La Galera, con libro y dirección general de Héctor Presa.
También se pudo ver un clásico como La Bella y la Bestia, con dirección general de Franco Di Roma y Romeo y Julieta, una obra en construcción, por el Puro grupo Teatro, con libro y dirección general de Pablo Di Felice.
El abanico de propuestas quedó completo con Las canciones de tu infancia, bajo la dirección general de Hernán Kubbel.
Se sabe que los niños son un público de lo más exigente y hacerles reír no es tarea nada sencilla. En tiempos de grandes estímulos audiovisuales, el teatro y la música siguen teniendo su lugar. Al igual que la lectura no son caminos nada sencillos y hace falta recorrerlos de la mano de un padre, un tío o un hermano mayor que acompañe a abrir el telón de la imaginación.