Supo ser la mansión de una familia y ahora embellece el barrio: esta es la historia del Centro Cultural Sureda. 

Hace 100 años era muy común que alguien con mucho dinero hiciera construir una mansión a la que llamaba con su nombre. Eso, por suerte, ya no pasa. Lejos del caso de Donald Trump y sus Trump Towers, los empresarios y celebridades de Argentina hacen otras cosas, pero eso no.

Sin embargo, lo dicho: lejos de la actualidad, aunque hace no tantos años, las cosas eran distintas. Tal es el caso de la casa que hizo construir la familia Sureda en 1922 en el barrio de Caballito a la que se la conoce como Casa Sureda.

La historia es así: Ernesto Sureda, un próspero inmigrante catalán que había fundado el periódico El Constructor, le encargo al Arquitecto Aldo Flándoli la construcción de la casa de Rosario 250,  la más alta de la cuadra por entonces.

Desde esa época la casa siempre perteneció a la familia constituida por el matrimonio y tres hijas. Al quedar sola Mercedes, una de las hijas, donó la propiedad a ICIED una organización creada en 1972 para promover las actividades de la mujer. 

Se podría decir que la casa Sureda tiene todas las características de los petit hoteles, característicos de la época, que oficiaban de morada de las familias de clase media alta.

Hoy la casa es un Centro Cultural que fue inaugurada en el año 2014. Tiene como finalidad la formación cultural y está mayoritariamente dirigida a la promoción de la mujer a través de talleres, cine, capacitación y diversas actividades.

Falta poco para el centenario de la casa y quizá nunca hayamos tomado en cuenta su existencia. Cualquier tarde de paseo por el Parque Rivadavia es una buena oportunidad para visitarla.