Se trata de uno de los problemas más importantes del cuidado del medioambiente en la vida moderna. Y la ciudad está comenzando a resolverlo
Con la modernidad y el crecimiento del consumo tecnológico, crece también un problema que antes era mínimo –y, todavía más lejos en el tiempo, inexistente-, ¿dónde tirar los desechos tóxicos? Porque, claro, ahí donde lo orgánico se descompone y se hace uno con su entorno, lo tecnológico no sólo se perpetúa en el tiempo, sino que contamina todo aquello que toca.
Frente a esa problemática, a principios de año el Gobierno Porteño decidió triplicar la cantidad de puntos verdes fijos disponibles para los vecinos. Allí, en los horarios estipulados, cualquiera puede acercarse para deprenderse de aquellos aparatos o recursos electrónicos que ya no funcionan. La iniciativa incluye la posible recepción de celulares, computadoras, pequeños electródomésticos y no tanto: hasta se esperan heladeras viejas o lavarropas. El objetivo: promover y estimular el reciclado, con la convicción de que una buena gestión en esa materia será conveniente para el medioambiente y, por lo tanto, para la ciudad.
Como se dijo, los puntos verdes fijos se triplicaron, de dos a seis, con un trabajo que comenzó en enero de este año y que se concretó en marzo. Los nuevos puntos verdes se ubican en Buenos Aires Polo Circo (Combate de los Pozos y Av. Juan de Garay, Constitución), Plaza Emilio Mitre (Las Heras y Pueyrredon), Plaza Gúemes (Medrano y Charcas) y la Plaza Martín Fierro (La Rioja y Barcala). En cualquiera de ellos, el horario de recepción en todos los casos es de 12 a 20.
Para consultar el cronograma semanal de puntos verdes móviles ingresar a www.buenosaires.gob.ar/agenciaambiental/puntos-verdes