En el marco de la sección «Poesía desde el barrio» Lilia Cremer, vecina de la Comuna 11, nos comparte sus poemas.
SUEÑOS
sueños
sueños peregrinos
con el trazo errante
de una vida ausente
que perdió la huella
que no se resigna
a surcar la nada
lejana mirada
trasnochada en bruma
que quiere abrir surcos
con pupilas ciegas
de llorar lo ido
y asir lo inasible
párpados callados
apretando gritos
dolor que no duele
pero ahoga el alma
cansado martirio
que carcome lento
mueca que se instala
y espera el olvido
UNA VEZ UN HOMBRE
y una vez el hombre
tuvo que acallarse
bajar los brazos sosegar la rutina
detener los pasos hundirse en la quietud
someterse a la inacción navegar en el silencio
extrañar las multitudes añorar el bullicio callejero
mutilarse del acontecer urbano
prohibirse de abrazos
despojarse de besos
entonces …
se internó en el laberinto de sí mismo
se miró en su espejo y se desconoció
estaba vestido de desnudez
la niebla ocultaba el porvenir
sus ojos no veían más allá de sus manos
frente a su temblor vio caer a los poderosos
el grito aulló en el silencio
entonces…
vislumbró la grandeza del hacedor
un rayo de sol lo pobló
le dio luz a
sus pupilas reticentes
desenturbió su mirada
contempló la flor
acarició el verde inapelable de las hojas
entonces…
se sentó en el umbral de la esperanza
y aguardó
y aún aguarda
comprendió el mensaje
ES PRECISO
es preciso
mudar la piel
volverse a parir
después de deshacerse
en el miedo
el cansancio
el estupor
mudar la piel
hasta ser otro
y no perder el alma
esculpirse en la piedra
y no perder el alma
amasarse en la arcilla
tallarse en la madera
y no perder el alma
nacerse hombre de maíz
y no perder el alma