Conversamos con Lucas Jara él es músico, compositor, docente y artista performático. Acaba de lanzar su nuevo material PRIMAVERA CYBORG, un disco inspirado en “La primavera árabe” y en el pandemia del COVID-19.

Para empezar, contános qué papel cumplió el barrio donde te criaste en tu vínculo con la música.
Crecí en Cuartel V, partido de Moreno, Oeste del conurbano bonaerense. Alrededor de los 15 años me juntaba con un grupo de veinte amigos y amigas, todos fans del rock nacional. Tardes enteras, desde que salíamos del colegio hasta la media noche, me la pasaba tocando la guitarra criolla para ellos, temas de Charly, Spinetta, Sumo, Virus, Los abuelos, Cerati, Fito, Calamaro. Me acuerdo que siempre me pedían Murguita del Sur de Bersuit. Digamos que llegamos al barrio y yo ya era fan de Charly, pero el barrio me hizo fan del rock más rockero, por ejemplo Patricio rey y sus Redonditos de Ricota. Algo que hoy en día me llama la atención es que no existía esa rivalidad entre Soda y Los Redondos, al menos en ese grupo de amigos, cantábamos canciones de las dos bandas en los actos del polimodal (secundario), orientación Ciencias Sociales. Tengo recuerdos como por ejemplo estar caminando larguísimas y numerosas calles de tierra en cualquier horario llevando una guitarra eléctrica colgada de un hombro, del otro un bajo, de la espalda colgando un bolso con una consola potenciada Decoud y en las manos un parlante de 15 pulgadas de 400 wts genérico, o sea, hacíamos cualquier cosa por tocar. En la música que compongo actualmente, creo que la influencia más directa del barrio se nota en las melodías de los estribillos, porque siempre quise hacer estribillos que les gusten mucho a mis amigos. La mayoría viene a los recitales a verme hoy en día, ya casados, cuando se puede traen a sus hijos, y nos quedamos después del concierto, aunque sea un rato, tomando una cerveza y charlando de aquellas aventuras.

¿Qué lugar ocupa esta nuevo lanzamiento en tu trayectoria como compositor?
Es el álbum donde siento que más pude mixturar hasta el momento la electrónica experimental con el rock y la canción popular. A nivel letras, creo que es el repertorio en el que me hago cargo de mi gusto por el cyberpunk literario y temas ligados a mundos distópicos, me senté a escribir desde un lugar más consciente de lo que comunico. Es un álbum que incluye cortes de difusión que me apasiona tocar en vivo y que me gusta mucho cómo quedan en la lista de temas en vivo, sumado a canciones de otros álbumes que estaban yendo por el mismo camino estilístico sin saberlo en aquel entonces. Mirando desde este disco hacia atrás, veo una dirección clara que se vino trazando y que en el 2020 empecé a dilucidar y re elegir. Por esto creo que en mi camino de aprendizaje es una piedra angular que me lleva en parte a la reinvención, pero también a la consolidación de lo que siempre me gustó.
¿Por qué titulaste PRIMAVERA CYBORG a este disco?
Está inspirado en “La primavera árabe”, un hecho histórico revolucionario muy fuerte que me llegó a través de un texto y luego por documentales en la Web. Primavera Cyborg hace referencia al componente distópico vinculado a la pandemia. Cuando empezó y las calles estaban desiertas, parecía una serie de ciencia ficción. Los primeros meses de aislamiento pude darme cuenta que el smartphone está pegado a nuestro cuerpo desde hace mucho tiempo y que podría considerarse prácticamente una prótesis. En medio de esto, noticias de las cripto monedas y el cripto arte, empresarios que quieren ir al espacio y más titulares de esta naturaleza. Primavera Cyborg fue la manera que encontré de hacer referencia a cómo percibo estos temas de actualidad. La palabra primavera me conecta con la fe, cuando nuevamente florecen los ideales, pero también evoca la revolución de los jóvenes enamorados. Primavera Cyborg me representa tanto la esperanza de un re surgimiento de la luz y el color dentro del apocalipsis tecnológico, como también la revolución de una humanidad maquínica.
¿Cómo ves la música emergente de Buenos Aires en este tiempo?
La veo cada vez más creativa, ecléctica, heterogénea, interdisciplinaria y poderosa. Los proyectos que más disfruto escuchar están su mayoría dentro de la cultura emergente, especialmente dentro de la plataforma y sello discográfico BeatHey, donde comparto mi música. Artistas como, Nico Beldi o Baridi Baridi son de primer nivel en todo sentido. En el mainstream hay proyectos que suenan excelente que llegaron a esa popularidad por su nivel artístico, pero la lógica industrial masiva impone tendencias y normas en todas las industrias incluida las industrias culturales. Es comprensible que por esto una buena parte de la música más masiva repita fórmulas, llegue a estéticas que nos pueden resultar menos interesantes, depende del público al que apunte la difusión de cada proyecto. En la música emergente también se repiten fórmulas o hay muchos proyectos que necesitan profesionalizarse más para sonar mejor, pero si observamos la escena emergente actual comparada con otros momentos de la historia es impresionante el potencial que tienen las y los colegas. Está más aprovechada la tecnología, hay más conocimiento respecto de técnicas digitales y electrónicas, eso genera sonidos novedosos y a veces extravagantes. Una auto crítica que podría hacernos hacia adentro de la música emergente de Buenos Aires es que nos animemos, productores y público, a incorporar más la música experimental. No para hacer temas interminables de mil disonancias (que no está mal tampoco, especialmente si va acompañado de visuales en vivo!), sino para lograr más singularidad y diversidad. Si tiene melodías lindas y hace bailar mejor para mi gusto, por eso apunto a componer este tipo de música.
Qué importancia crees que tiene la vuelta a los escenarios en la ciudad
Por un lado es muy importante, el valor de la presencialidad se re significa, poder conectar con el público y la adrenalina de un show en vivo real es inigualable y construye cultura. Sin embargo, también es indiscutible que hay que desarrollar la virtualidad. Tocar por streaming es una estrategia y una herramienta muy útil que recomiendo y que quiero seguir haciendo crecer. Las redes sociales también pueden ser pensadas como parte del lienzo donde continuar pintando el cuadro. Finalmente, los videoclips y Live Session son formatos audiovisuales que hoy en día también son requisitos indispensables para dar a conocer la música. Por lo tanto la vuelta a los escenarios es muy importante, pero no me atrevo a asegurar que sea más importante que la vida virtual instalada a diferentes niveles depende la persona, tiene un impacto en la vida real directo e indiscutible. Es importante tocar en vivo y al mismo tiempo estar muy presente en la red.
¿Cómo te llevás con la virtualidad en tu vida personal y cómo lo vinculás con la publicación de tu arte en a través de internet?
Me llevo bien porque me gusta la tecnología, tengo ascendente en acuario, amo las luces y las máquinas electrónicas, el vanguardismo y las ideas rupturistas. Para ser sincero, de lo que no soy fan es del “auto bombo” constante al que nos empuja, con infinitos retratos y auto retratos como en una especie de infinita auto confirmación de la identidad. Paradójicamente carece de identidad aquello que al mismo tiempo la hiper confirma constantemente, porque mientras estás ocupado diciendo “acá estoy yo otra vez y así soy” no estás justamente “siendo”. Una idea un poco oriental pero que me parece muy coherente. Es cómo si todo el mundo jugara a ser famoso, es muy loco lo que está pasando. No estoy en contra, lo tomo como una realidad con la que hay que construir una herramienta transformadora. Me gusta que más personas puedan expresarse o jugar y reírse actuando, cantando, bailando o hablando de un tema que conoce. Cada quién le encuentra su vuelta para participar de manera activa, darse a conocer y hacerlo de una forma natural que se pueda sostener en el tiempo. En mi caso uso más mi cuenta de Instagram y ahí publico Live Sessions, tips para tocar el piano y la guitarra, fotos de conciertos, retratos que me sacan amigas y amigos fotógrafos, escribo poesía, frases de canciones, ideas sobre temas de actualidad, subo el arte de los discos, las letras, comparto también en mis historias videoarte, todo lo que hago en la UNA (doy clases en esa universidad y participo de actividades vinculadas a las artes multimediales y a la composición electroacústcia). También videos de gente piloteando aviones con alguna canción de fondo que me guste. Me gustan los videos de aviación. Es indiscutible que una parte fundamental del trabajo que hay que hacer para dedicarse a la música está en el campo de lo virtual, por lo tanto hay que aprender a usar herramientas y no perderse en el océano de contenido vacío de significado. Qué contradictorio, “contenido vacío”. Es una época muy interesante para re pensar el poder de la comunicación.
El formato DISCO está en cuestión hoy en día ¿Qué pensás de este formato para los tiempos que corren? ¿Podrías decirnos cuales son tus 3 DISCOS FAVORITOS?
Entiendo que subir una canción nueva cada mes, desde el punto de vista de la mecánica de los algoritmos en las plataformas y el cobro de regalías, es más eficiente. Te posiciona mejor con el tiempo y eso lleva a más reproducciones y más regalías. Me parece más un tema de productividad y economía. Luis Alberto Spinetta dijo en una entrevista “todo es una sola canción larga que la cortamos cada tres minutos, Dios sabe por qué”. En la misma entrevista criticaba la pedantería de los compositores al decir “esta fue mi etapa tal, y ahora estoy en mi etapa tal”. En este mismo sentido, creo que sacar un solo tema, un single de 3 temas, un EP de 6, un álbum de 14 tracks o un álbum doble, es una cuestión de presupuesto, estrategia de comunicación, momento evolutivo en el que se encuentra el proyecto y de ganas de hacer una cosa u otra, caudal creativo y otras variables, pero que todos esos formatos sirven y tienen diferentes funciones. Quizás la premisa del momento sea centrarse en singles pero no descuidar el resto de los formatos porque también son necesarios. Me gusta escuchar un nuevo sencillo que me sorprenda y luego encontrarlo dentro de una familia de tracks que lo re signifiquen. Personalmente, amo el formato álbum, quizás por mi generación (tengo 34 años) o porque me encanta componer y subir de a un sólo tema me deja con ganas de mostrar más material, o más precisamente, mostrar todo el sistema de recursos dentro del cual ese tema es parte, le dedico cierta investigación musical a cada disco y eso se puede mostrar de manera desplegada a través de varios temas. Actualmente estoy trabajando en un álbum doble para el 2022 con canciones acústicas pero con muchos arreglos, en ese álbum quiero profundizar sobre la canción popular sencilla y acústica, pero con arreglos polifónicos y polirrítmicos. Mis tres discos favoritos son “Clics Modernos” de Charly, “Artaud” de Pescado Rabioso, “Commercial Álbum” de The Residents. El primero porque es el que me influenció más del compositor argentino que más me gusta. El segundo porque es de una belleza exótica inigualable. El tercero, es experimental, sarcástico y divertido, 40 canciones de 1 minuto que ironizan sobre lo que es un hit. Es el álbum que escuchamos siempre con mi hermano Fede como una especie de ritual compartido bancando siempre la música alternativa.