Juan Pablo Toch es músico desde chico. En su familia siempre hubo música, de hecho, junto a su hermano menor, forman la banda Toch que suena desde hace ya 16 años. En 2020 lanzó su disco solista llamado Juanpaio Toch, también forma parte de la banda Cúcus junto a su compañera Juli Baravalle.

¿Cómo fue tu infancia en relación al barrio donde te criaste?
Yo tengo partida en dos esa parte. Mis primeros años fueron en Gonzales Chaves, provincia de Buenos Aires, un pueblo que queda entre Azul y Tres Arroyos. Mi familia estuvo ahí hasta mis seis años, más o menos. Recuerdo esos años como muy salvajes. Salíamos a la calle desde muy chiquitos a jugar, porque en el pueblo no pasaba nada, y había mucha sensación de tribu, de familia. En mi casa hubo música desde siempre, somos seis hermanos, y mis papás eran amantes de la música, mi papá cantaba. Tengo el primer recuerdo de Chaves como de mucha música y de poder salir con los amiguitos en cualquier momento a jugar. A partir de los seis nos vinimos a Córdoba Capital y es otra historia. Mi barrio acá fue justo el límite entre General Paz y Pueyrredón. Costó al principio, porque éramos medio bichos raros acá: veníamos con acento porteño, o mejor dicho bonaerense, pero acá no distinguían una cosa de la otra. Para mí fue muy importante empezar a hacer mis primeros vínculos acá, costó muchísimo. También fue por el lado de la música, empecé a juntarme con los amiguitos a los que más les gustaba la música, y empecé a estudiar en La Colmena, una escuela de música de acá. Fue en segundo año de la secundaria. Ahí me empecé a definir por la música, porque el colegio no me importaba tanto. Aquel pueblo siempre estuvo más ligado a mi corazón, el barrio Pueyrredón tomó significado más de grande.
«Cada proyecto que armo sigue tejiendo unas redes bestiales por el mundo, y es hermoso cosecharlo»
Juanpaio Toch
¿Cómo llega la música a tu vida? ¿la vida a tu música?
Es como vos decís, yo llegué a la música. Con mi hermana siempre decimos que es como si hubiésemos elegido el vientre de nuestra madre. Nacimos en una casa con muchas guitarras, todo el mundo tocaba. Nuestra hermana mayor nos lleva 15 y 18 años respectivamente y ya tocaba muy bien. La música en la casa fue siempre 24/7, discos o interpretación en vivo. Entonces todo el tiempo mamamos música. Mi primer recuerdo musical es esperar a que me crezcan los dedos para poder tocar los primeros acordes. La salvedad que hay que hacer es que la música a lo largo de la historia de mi familia, tanto paterna como materna, siempre fue de puertas para adentro, con pocas salidas al exterior. Si bien mis hermanas tenían un nivel tremendo, no tenían muchas presentaciones en vivo y después decidieron, un poco por mandato, hacer carreras tradicionales. Con Andrés, mi hermano menor, somos los primeros en el árbol familiar en dedicarnos profesionalmente a la música. Nosotros vivimos de la música a medias, no vivimos de nuestras bandas, tratamos de hacer muchas cosas para dejar la música en paz y que la creatividad no tenga la obligación de darte de comer.
Hay un preconcepto de que la escena cultural está en Buenos Aires ¿Qué particularidad crees que tiene hacer música desde Córdoba?
La verdad que la banda nuestra y yo particularmente tuvimos la inmensa fortuna de poder viajar y vivir siete años en España y llevarnos la banda para allá. Hicimos crecer la banda en una ciudad grande, pero decidimos que no fuera Buenos Aires. Es como que la mandamos al jardín en Madrid y la vinimos desarrollar a Argentina. Nos dimos cuenta que desde Córdoba podíamos hacer base y viajar a donde quisiéramos. Amamos ir a Buenos Aires y tenemos mucha familia ahí, pero nos encantó hacer pie acá, en medio de una escena cordobesa que tiene muchísima movida, no podemos decir que estamos solos acá haciendo música porque sería una mentira total. Pensar en que toda la música va hacia una dirección, que hay una industria que tiene que acaparar todo lo que parece, te limita muchísimo, porque la música está ocurriendo en todas partes y hay proyectos alucinantes que deciden no tomar esa dirección. Y eso implicó no ir a conquistar Buenos Aires. Cuando vamos sentimos que tenemos un tesoro acá.
Hace poquito sacaste tu disco solista y también formás parte de la banda TOCH, y colaborás en varios proyectos musicales ¿Cómo llevas los multiples proyectos en tu vida cotidiana?
Con mucha alegría, porque todas las cosas que hago me gustan mucho. No podría decirte que me cuesta, pero tengo que estar atento nomás a descansar. Lo demás viene solo. Me gusta pensar que si llevo una buena hora de descanso puedo hacer todo y lo estoy logrando. Mi disco solista nació muy naturalmente, como el resto de los proyectos, y respeto mucho cuando las cosas salen de manera tan espontánea. Ese disco me ha traído pura satisfacción, cada proyecto que armo sigue tejiendo unas redes bestiales por el mundo, y es hermoso cosecharlo, como en giras como las que hacemos con Toch, que después de 16 años de sembrar vamos cosechando cosas muy hermosas. Me gusta hacer muchas cosas diferentes, no cerrarme con un solo proyecto.
¿Cómo te llevás con esto de que la música viaja por internet, por las redes sociales, youtube, spotify, etc.? ¿Tenés una buena relación con las redes sociales?
A nosotros nos sirvieron muchísimo, porque somos una banda independiente que no tenía ninguna otra prensa. En Instagram, por ejemplo, sabemos que tenemos seguidores de calidad, que quieren enterarse de lo que hacemos. Siempre hemos sido muy sinceros, publicamos las novedades musicales que estamos haciendo y no otras cosas que no tienen que ver con la música. Eso nos da un perfil muy bueno, la gente acude a nuestras redes a buscar música. Ni hablar de Spotify, que ahora nos escucha gente de todo el mundo, sabiendo que tiene su parte oscura igual que YouTube, pero son herramientas que a nosotros nos sirven muchísimo.
¿Qué papel ocupa la naturaleza en tus canciones? ¿Te gustaría vivir en un lugar menos urbano?
Ahora vivo en una casa que tiene un patio alucinante. Lamentablemente nos tenemos que ir, pero he vivido siempre en casas con mucho verde. Nosotros ahora vivimos más en la ciudad, pero de tanto ir a tocar pasamos un montón de tiempo en Traslasierra, y claro que viviría ahí, me encanta, pero todavía siento que estoy para una vida más activa en cuanto a los ensayos, los conciertos, y no quiero estar arriba del auto todo el tiempo.
¿Cuáles son los próximos pasos y proyectos que se vienen?
Con la Juli estamos trabajando en lo nuevo de Cúcus, mientras estoy haciendo un disco nuevo solista. Hay un proyecto de hacer algo con Toch y Nico Ibarburu, que ahora vamos a tocar en Córdoba. Se vienen muchos conciertos, y mucho material nuevo. No sé si este año, más el año que viene. Como productor vamos a sacar el disco de Sofi Viola, hicimos un disco muy hermoso que ya se está mezclando.