Daniel Mecca es periodista, escritor y gestor cultural. Creó el Borges Palooza y el Borges Tour, dos eventos en Buenos Aires que vinculan al reconocido escritor con la juventud. Acaba de publicar su primera novela “Aira o muerte” en la editorial La Conjura donde también publicó su libro de poesía “Troya, aparta de mí este cáliz”.
¿Cómo fue tu infancia en relación al barrio donde te criaste?
Yo nací en Versalles, bastante cerca de Villa del Parque, uno de mis hermanos vive en el barrio. Tengo recuerdos del barrio, es muy tranquilo, apartado de lo que es el gran ruido de la ciudad como los barrios céntricos o Caballito, con más movimiento comercial o industria cultural. Versalles es una rareza dentro de mapa de la Ciudad de Buenos Aires. Creo que cierta pasividad de mi temperamento viene de la geografía donde me crié. Yo nací en el 86, mi infancia fue en los 90, que fueron las últimas épocas para jugar a la pelota en la plaza. Mi infancia estuvo asociada al club del barrio, el Ateneo Popular de Versalles, a hacer fútbol, natación, las colonias. Recuerdo ir bastante al cine de Villa del Parque, del colegio Bernasconi. Recuerdo haber visto el estreno de Alien ahí. Para todos los que estábamos en esa zona el shopping de Villa del Parque era un punto de referencia en la adolescencia. Tengo mucho cariño por esa zona. Hoy vivo en el barrio de retiro, en medio del quilombo, es una elección. Cada vez que vuelvo al barrio, donde siguen viviendo mis viejos, es cambiar de geografía, cambiar el chip, un clonazepan geográfico.
¿Cómo llega la literatura a tu vida?
La literatura, no en el sentido estricto, sino la idea de alguien escribiendo viene de mi papá. Él se especializa en el seguro y ha escrito quince libros en torno al tema, libros técnicos sobre seguro. Más allá de ser una literatura específica, sí tengo presente la escritura suya en la computadora. Él hace 40 años que da clases, por lo tanto la rama de la literatura y cierta drama de expositor viene de verlo a mi viejo cumpliendo esos roles. En casa estaban las colecciones de anteojito, me acuerdo. Los libros de Elsa Bornemann. La literatura estaba latente, no por ser una familia tradicionalmente culta, no leí al Quijote a los ocho años, o a Kafka, esa educación la hice por mi cuenta, pero en mi casa había una estética ligada a la pose del escritor, o al gesto de escribir.
«Yo creo que mi generación debería leer más a los clásicos y dejar de verse tanto a sí mismo»
Daniel Mecca
Entonces Borges llegó más tarde
Borges llegó tardísimo. Probablemente terminé la secundaria leyendo muy poquito. Era más tirando a chanta, pedir resúmenes de los libros y estudiar de ahí. Lo adjudico también a fallas o falta de inspiración en el sistema educativo, y de una u otra manera terminé la secundaria sin leer, sin tener formación literaria, por lo tanto mi llegada a Borges es una auto educación que vino de la mano de la facultad. Yo empecé a estudiar Ingeniería en Aviones en la Universidad Tecnológica Nacional. Yo ya venía leyendo a Borges, a Kafka, a Dostoievsky, ya a los 18, 19 años, iba a las clases de análisis matemático con esos libros y no podía compatibilizar esas dos escenas. Borges me permitió compatibilizarlo, sus textos son grandes organizadores y gestores de la matemática, y me parece que mi entrada a Borges vino por ese lado. Después por la literatura, e, insisto, matemática y literatura no son incompatibles. Hablar de una es hablar de otra. Basta ver Alicia en el País de las Maravillas, o el estudio de los sonetos y su métrica, donde existe una estructura matemática que tiene que encajar con un sentido estético, poético, o de contenido, y por eso personajes como Quevedo son los Messi de la poesía. Yo creo que mi generación debería leer más a los clásicos y dejar de verse tanto a sí mismo.

¿Qué es el BorgesPalooza?
Este año se va a hacer la quinta edición. El proyecto empezó en 2020, en la pandemia, por lo tanto tenía características virtuales inicialmente. Primero por Instagram Live, cuando era la explosión de los Live, en aquellas épocas. La segunda y tercera edición tuvieron una mayor expansión a través de vivos de YouTube y Twitch. Y la cuarta fue el año pasado, ya en modo presencial en el Centro Cultural San Martín. Este año vamos a repetir la sede, pero vamos a tener muchísimas novedades. Va a tener una característica muy potente a la hora de pensarlo como festival. Ya no es solo el nombre ganchero de BorgesPalooza, sino que va a haber diferentes actividades, feria de libros, incluso una artista plástica ilustrando un skate con la remera de borges, va a haber remeras borgeanas, música en vivo, un mago, van a ser tres jornadas muy intensas para marcar la idea de Borges como la gran bestia pop que es. Es un desafío y este año es un salto sustancial, realmente, a los años anteriores.

También estás haciendo el Borges Tour ¿De qué se trata?
También empezó en la pandemia porque era una actividad al aire libre. La organización tuvo el asesoramiento de Miguel de Torre Borges, que es el sobrino de Borges, fallecido hace seis meses. Tuvimos una amistad y me fue indicando lugares que no vas a encontrar en ninguna guía, fue ir directo a las fuentes. Yo no tengo una formación académica tradicional, soy autodidacta y muy de ir a las fuentes. Además de leer un libro de Miguel de Torre quiero ir a tomar un café con él, pero no en actitud de groupie, sino para sumar información, que no me lo cuenten, quiero saberlo yo y transmitir información lo más fidedigna posible, porque más allá de que en el BorgesPalooza en el Borges Tour tengo un tono de stand up, tomo las cosas con mucha seriedad porque el humor es una cosa muy seria. Atrás del personaje que creé de Borges hay un trabajo de años de chequeo, revisión de fuentes, lectura, creo que es lo que hace un diferencial.
Contanos sobre tu primera novela “Aira o muerte”
Es una novela que está atravesada por distintos momentos de la historia política de argentina, hace muchos guiños a ciertas consignas de los años sesenta y setenta y que tienen que ver con una organización política/clandestina que organiza el personaje de Cesar Aira para tomar el poder y de esa manera arrebatar el premio nobel de literatura que le es negado. Las consignas políticas vienen de ahí porque todo se resuelve de modo asambleario. El texto va jugando con distintos guiños a la política, se puede leer desde varios lados y busca generar humor. También reírse de la literatura de yo, que es una literatura que está de moda dentro de la producción literaria y yo creo que algo de lo más reivindico en Aira es la imaginación y que invente, nada más extraordinario y nada más sencillo, en el sentido de volver a las bases de la literatura, como inventar historia. La mayoría de las vidas no son extraordinarias y me parece que está bueno volver a la imaginación. Este libro busca esto, generar un Aira que va a hacer todo lo posible para conseguir el premio nobel. Es un delirio que busca hacer reír.

¿Cuáles son los próximos pasos y proyectos que se vienen?
Sigo escribiendo poesía, ya tengo un libro armado y vamos a ver si sale este año o el año que viene. En enero saldría un libro mío por Planeta. En primer lugar planeo seguir con la publicación de libros. Sigo dando clases, doy clases de mitología griega, tengo un grupo de estudio de la Ilíada y la Odisea, clases de Borges, y sobre todo doy clases de poesía, me especializo en eso. Cada vez me estoy volcando más a la gestoría cultural, por ahora con proyectos que encaro yo, pero la idea es también poder ofrecer servicios a quien venga a requerirlo. Yo trabajé 12 años en una redacción y trabajé muchos años en prensa. Además el conocimiento de la poesía te lleva a tener conocimientos de marketing, parecen conceptos distantes pero se tocan permanentemente. Estoy en ese camino, yo trabajé muchos años en relación de dependencia y decidí pegar el salto y trabajar por mi cuenta y eso requiere una sistematización del trabajo. Tiene que ver con mi inquietud, no quedarse quieto y tener una dirección. Estoy convencido de que la voluntad sin dirección no sirve para nada. Por eso para mi la clave en la literatura, pero también en todo, es el método. Método, método, método. Lo demás viene después.