Miles de años antes de Cristo, los faraones egipcios sembraron su territorio con una serie de obras arquitectónicas gigantescas: Las pirámides, que se levantaron en honor a los muertos de la casta reinante. Miles de hombres (esclavos o no) perdieron la vida por levantar aquellos monumentos que glorificaban a los poderosos. En estos últimos años, la Ciudad de Buenos Aires se ha embarcado en una serie de emprendimientos de gran envergadura ¿Para satisfacción de quién? ¿Para padecimiento de quienes?

El accidente producido en un obrador de la obra del levantamiento de las vías del ferrocarril San Martín pone sobre el tapete una serie de preguntas acerca de quiénes pagan las obras faraónicas y quiénes son los beneficiados por ellas. El gobierno de la Ciudad se ha embarcado en 6 proyectos de gran escala: La Villa Olímpica, los viaductos de los trenes San Martín, Mitre y Belgrano Sur, el paseo del bajo en Puerto Madero y el mayor túnel de la ciudad en la Avenida Nazca. Nada de Hospitales, nada de Escuelas. Casualmente, dos de esos emprendimientos están relacionados con los vecinos de la Comuna 11: El Megatúnel de Villa del Parque y el elevamiento de las vías del tren San Martín desde la estación Palermo hasta el puente de la avenida San Martín. En esta obra se produjo el derrumbe de un obrador que cargaba cemento entre las columnas de sostén en inmediaciones de las calles Darwin y Cabrera en el barrio de Palermo dejando un saldo de 4 obreros heridos y la duda acerca de el nuevo proceso constructivo puesto en marcha en la ciudad, llamado “Lanzadera de vigas”, que desplaza las vigas desde los estribos de un viaducto hasta su posición definitiva en los dinteles. “Si las columnas se vienen abajo ahora, imaginen cuando tengan que soportar el peso del tren” dicen algunos usuarios con desconfianza. Este desgraciado suceso ha motivado la suspensión del servicio entre Villa del Parque y Retiro hasta el año 2019, sin fecha precisa para su reanudación. Ya los usuarios del tren habían sufrido este servicio mutilado durante los meses del verano y lo continuaban padeciendo durante los fines de semana. La decisión deja de a pié  a decenas de miles de trabajadores y estudiantes que se dirigen diariamente a cumplir con sus tareas en el centro de la ciudad, ya que el parche escaso de suplir el recorrido del tren por uno de colectivos que sólo cubre las estaciones Villa Crespo y Palermo; no llega a Retiro (tampoco a Paternal que parece una estación inexistente para las autoridades). Esta decisión genera un perjuicio mayor para los vecinos de Villa del Parque que no cuentan con ningún transporte público automotor que llegue hasta la estación Retiro.

El beneficio más concreto que tendría esta ambiciosa obra que cuesta a las arcas del Estado Nacional y del Gobierno de la Ciudad la suma de 230 millones de dólares y que suprimirá 11 pasos a nivel y condenará a la desaparición al puente de la Avenida Juan B. Justo; es la agilización del tráfico automotor que cruza el tendido ferroviario. Es decir que los usuarios del tren, en general pertenecientes a las clases más necesitadas de la población, deben ser los principales damnificados en pos de una obra que favorecerá principalmente a los automovilistas de clases medias y altas de la zona norte de la capital. El actual intendente pretende dejar su sello en la historia de la ciudad como aquel que realizó construcciones monumentales ¿Cuánto hay de necesidad, cuánto de negocio y cuánto de narcisismo detrás de estas obras faraónicas?