El 23 de diciembre se cumplieron 35 años de la obtención del primer título de la historia de Argentinos Juniors, al consagrarse Campeón Metropolitano de 1984, luego de vencer a Temperley en cancha de Ferro Carril Oeste. La Paternal se  convirtió en una fiesta desbordante. Una jornada inolvidable. Un año después la mayoría de los integrantes de ese equipo se consagrarían Campeones de América vistiendo la gloriosa camiseta de los Bichos Colorados.

Los sueños del barrio de La Paternal de tener un equipo representativo se iniciaron en agosto de 1904, casualmente en un barrio lindero; Villa Crespo. Allí, en un predio de la Avenida Corrientes, un equipo de fútbol barrial, conformado en su mayoría por jóvenes anarquistas y denominado MÁRTIRES DE CHICAGO, en honor a los obreros muertos en la Revuelta de Haymarket, que luego daría origen a la consideración del 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores; decidió participar de la Liga Central de Football (Una Liga de equipos de barrio). Ante esta nueva instancia, los jóvenes tomaron el nombre de Asociación Atlética Argentinos Juniors y cambiaron sus colores verde y blanco por el rojo y blanco en honor a la asunción del socialista Alfredo Palacios como diputado (Primer diputado socialista de América). A comienzos de los años 20, todavía en el amateurismo y luego de recorrer varios barrios de los alrededores, el club se establece en La Paternal, alquilando un predio ubicado en la Av. San Martín y Punta Arenas, construyendo un estadio para 10.000 espectadores, uno de los más importantes de la ciudad en ese momento.

Hasta la llegada de Maradona, en el final de los años 70, las desdichas de los Bichos Colorados fueron muchas más que las alegrías. La adaptación al profesionalismo les provocó serias penurias económicas que los llevaron a perder el estadio junto al puente, a una frustrada fusión con Atlanta y  a perder la categoría. Pulularon por diferentes canchas durante un par de años hasta afincarse en 1940 en el predio de la calle Boyacá, que conservan hasta hoy.

El haber sido la cuna de Diego, convertiría luego al club en un semillero de grandes jugadores del fútbol argentino, algunos de ellos con recorrido infantil por los clubes de Villa del Parque. Maradona Jugó entre 1976 y 1980 en el club, año en que obtienen el subcampeonato de primera división. Su venta provocó una crisis futbolística en el equipo, casi pierde la categoría en 1981, cuando en el partido definitorio derrotó a San Lorenzo de Almagro y lo obligó a descender.

La llegada de Ángel Labruna como director técnico en 1983, y con él de algunos jugadores de renombre, lo llevó nuevamente a pelear el campeonato, pero la sorpresiva muerte del maestro, fue un duro golpe para el grupo y no consiguió campeonar. Fue su sucesor, Roberto Saporiti, quién tomando la base de ese equipo y sumándole algunas ideas tomadas del fútbol holandés, lo llevó a ganar el campeonato Metropolitano de 1984, el Nacional del 85, luego la Copa Libertadores de América de 1985 y el Subcampeonato del Mundo de ese año al perder por penales la final con la poderosa Juventus de Italia, que estaba constituida por buena parte de los jugadores de la selección italiana (Campeona en España 82) más Platini y Laudrup, los dos mayores astros del fútbol europeo. Aquella tarde empataron 2 a 2,  en un partido que la FIFA aún reconoce como la mejor final de la Copa Intercontinental de todos los tiempos.