El Equipo Argentino de Antropología Forense es un orgullo para el país. Una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que aplica las ciencias forenses, principalmente la antropología y la arqueología, a la investigación de violaciones a los derechos humanos en el mundo. Antes de finalizar el año 2019, consiguió identificar los restos del ciudadano chileno, Jorge Sagaute Herrera, quien fue asesinado en el barrio de Flores y luego desaparecido por la dictadura militar,  42 años atrás.

El EAAF se creó en 1984 con la finalidad de investigar los casos de personas desaparecidas entre 1976 y 1983 durante la dictadura militar en Argentina, para identificar los restos NN y favorecer la recuperación de los nietos apropiados por los dictadores,  pero con los años de trabajo su prestigio creció de tal manera que hoy es una ONG requerida en todo el mundo. La identificación de los restos del Ché Guevara en Bolivia, de los soldados argentinos muertos en Malvinas, de migrantes en los Estados Unidos y África, de combatientes en Croacia e Iraq, de desaparecidos políticos en México, son algunos de los trabajos realizados a lo largo y ancho del planeta.

Uno de sus últimos logros ha sido identificar los restos de Jorge Sagaute Herrera, un jubilado chileno (Marino con pasado militar) que llegó con su esposa y 5 hijos a la Argentina a mediados de los años 70 para acompañar a sus hijos mayores perseguidos por la dictadura de Augusto Pinochet. Cuando nuestro país cayó también bajo las garras de un gobierno dictatorial logró sacar a esos 2 hijos como refugiados políticos, uno a Inglaterra y el otro a Noruega, y siguió en contacto con aquellos que ayudaban a escapar personas perseguidas por la dictadura. Como la situación fue empeorando y la crueldad de las fuerzas represivas parecía no tener límites, decidió que su hija mayor y su hijo menor también fueran a vivir a Oslo

El 6 de abril de 1977, en el marco del Plan Cóndor, esa organización promovida por los EEUU, para que las fuerzas Armadas de los Estados Terroristas de América Latina pudieran actuar en conjunto, Sagaute Herrera fue torturado y asesinado de un disparo en la cabeza por fuerzas conjuntas argentino-chilenas en el departamento en la calle Portela 123, en el vecino barrio de Flores. El inmueble  pertenecía a un amigo, un militante que trabajaba sacando perseguidos políticos fuera del país y que había sido desaparecido unos días antes en Paraguay.

En esos días, Jorge estaba haciendo las gestiones para conseguir que el resto de su familia; su esposa y su hija menor de 19 años, pudieran viajar rumbo a Inglaterra. Con la desaparición de Jorge, tres meses después,  las dos mujeres fueron aceptadas por Noruega, como refugiadas políticas, hacia donde partieron todavía con la esperanza de encontrar con vida al desaparecido.

El cuerpo de Jorge Sagaute Herrera fue quemado y enterrado como NN en el cementerio de Lomas de Zamora, de donde lo exhumó el Equipo  de Antropología Forense, que comparándolo con las muestras de sangre de sus hijos, logró identificarlo luego de 42 años sin identidad, lo que permitirá que sus restos puedan ser repatriados y que su familia pueda finalmente hacer el duelo y darle sepultura.

Eduardo de la Serna