Por Fermín De la Serna

Vicu es cantante, youtuber y creadora de contenidos. Su mirada sobre la realidad busca romper con la lógica binaria, poniendo el foco en la inclusión con un tono crítico y a la vez divertido.

Fotos por: Chistian Bochichio – Infobae

¿Qué simbolizan para vos tus tatuajes?

Para mí siempre fueron marcas de situaciones y momentos los tatuajes. Algunos más trascendentales que representan momentos importantes y otros más pasajeros. Tengo de todo, son catorce en total y diferentes tamaños. La mayoría en los brazos. No los pienso mucho antes, generalmente algo me llama la atención y listo. El primero de todos dice “Let it be”, me lo hice a los quince años porque mi viejo me dijo que solo me dejaba tatuarme si me hacía algo de Los Beatles o de Racing. A mí solo me interesaba hacer un acto de rebeldía.

«Busco mixturar los conceptos de arte, tecnología y ciencia»

Vicu Villanueva

¿Cómo fue la relación con tus padres en la adolescencia?

Necesitaba revelarme, como la mayoría de los adolescentes a esa edad. No sabía bien quién era yo fuera del contexto donde me habían criado. Me cambiaba el color del pelo todo el tiempo y quería liberarme de la educación católica en la que me formé. Mi mamá estaba preocupada por mí, pero yo me lo tomaba como algo normal, tampoco es que hacía cosas muy extremas. Después cuando me fui de mi casa, a los veinte años, la relación cambió y mejoró un montón porque ya no contrastábamos tanto. Mudarme fue una aventura a la bohemia y, por suerte, también aproveché bastante para viajar.

Entrevista completa

¿En esa época que te mudaste ya venías haciendo música?

Venía haciendo música, tocando en bares y centros culturales, pero en ese momento empecé a subir mis videos a YouTube y la bola se corrió también de manera digital. Me empezaron a llamar de diferentes lugares, viajaba a Rosario bastante, Uruguay, Chile y todo empezó a tomar un rumbo más interesante. Justo todo eso se mezcló con que me estaba yendo de la casa de mis viejos. Fueron años muy frenéticos y desgastantes.

¿Y ahí te pusiste a estudiar en la universidad?

Me puse a estudiar Artes Electrónicas en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF) y eso para mí fue un gran cable a tierra. Es una carrera súper amplia, pero a mí me dio las herramientas para entender el contexto tecnológico. Internet, la computadora, un instrumento musical, un sintetizador, todo lo que se pueda utilizar con fines artísticos. Busco mixturar los conceptos de arte, tecnología y ciencia.

(Chistian Bochichio)

¿Considerás que ahora estás aplicando todos esos conocimientos en tus creaciones?
Yo como “hija de internet”, así me gusta identificarme en mis biografías, cumplo un rol automático. Desde que soy chica tengo redes sociales y ahora me gusta reflexionar sobre todo eso. Musicalmente también intento resignificarlo y que no todo sea tan sistemático como suelen proponer los grupos más comerciales.

¿Ahora ves tus videos viejos y qué te pasa? ¿Los resignificás?

Es fuerte porque yo me acuerdo de todo el contexto que acompañó a esos videos. Las personas que lo ven como espectadores no tienen idea de lo que me pasaba. Eso es lo que tiene la virtualidad, nos muestra un recorte y nos quedamos con eso. Yo saqué un video que se terminó haciendo muy viral sobre las princesas de Disney que tiene como dos millones de vistas y me llamaron varios medios TN, la Metro y Clarín y demás. A mí me generó angustia por que ese video era más un chiste y no reflejaba tanto las otras cosas que yo venía haciendo que hablaban más de mí y me gustaban más.

¿Te considerás influencer?

Yo lo viví antes de que se convirtiera en un concepto. Cuando a mí me pasó esto no existía el término ni tampoco la mayoría de los Youtubers que ahora están de moda. El mundo digital era otro y estamos hablando de cinco años atrás. Generalmente pasa que el contenido que más nos gusta hacer a los artistas es el que tiene menos “me gustas” o visitas. Me pasaba que me rompía la cabeza pensando en encontrar algo que me guste comunicar y que le guste a la gente en las redes. Entonces ahora me doy cuenta y entiendo que los números son una ilusión y que hay muchas personas que se convierten en una parodia de sí mismas repitiéndose constantemente para mantener la cantidad de seguidores. Yo nunca hice esa tarea de realimentar la jungla digital. Antes éramos unos boludos haciendo cosas que nos divertían y las subíamos, no pensábamos en hacer una carrera con esto. Ahora Internet se toma muy enserio a sí misma.

¿Pensaste en algún momento irte de la ciudad y dejar todo?

Es la idea más recurrente que tengo. Pienso mucho en irme al sur y ser carpintera y no prender nunca más una pantalla. Me cuesta la virtualidad y el ritmo que te demanda el algoritmo, esa ansiedad. Prefiero hacer videos bien pensados y que realmente me gusten que estar subiendo cosas constantemente.

¿Tenés referentes actuales?

Estoy consumiendo muchos Youtubers nuevos. Hay gente haciendo cosas muy grosas que se salen de la lógica que estábamos acostumbrados. Videos de una hora y media reflexionando sobre distintos temas re profundos.

¿Ahora qué estas haciendo?

Ahora estoy con un proyecto que se llama “Activación Creativa” que lo empecé en el 2016. Son talleres para conectar con la creatividad que tenemos adentro. También estoy escribiendo un libro que está encaminado y aunque me demanda mucho tiempo. Haciendo música nueva y, sobretodo, entendiendo mis ritmos