En la mayoría es por falta de gas, en otros por inconvenientes con los aires. Hay situaciones en las que hace más de siete años que se rompieron las calderas y el Gobierno porteño no las arregló.
El frio llega de a poco, muy de a poco, y los pacientes de los 34 hospitales porteños sufren la carencia de calefacción central en los centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires. “La culpa no es del frío, sino de la falta de inversión”, destacan los trabajadores y trabajadoras del sistema de salud pública de la Ciudad.
Durante el verano sucedió algo similar cuando en medio de las olas de calor, la falta de funcionamiento de aires acondicionados provocó la suspensión de 25 cirugías diarias en los hospitales públicos.
Como si fuera una colecta de Santiago Maratea los familiares y amigos de los internados llevan estufas eléctricas, frazadas y ropa de abrigo para paliar el impacto de las bajas temperaturas. Personal médico, de enfermería y auxiliar, afirman que hace años que vienen reclamando para que la administración porteña arregle las calderas y coloque más bocas de gas en sectores donde el servicio no llega. En algunos hospitales hace más de siete años que se rompieron las calderas y la gestión de Rodríguez Larreta y Fernán Quiros se niega a solucionar el problema.
En febrero pasado, miles de pacientes de los 34 hospitales públicos sufrían el impacto de las altas temperaturas. En el interior de los establecimientos de salud, soportaban climas que rondaban los 40 grados y dentro del quirófano arriba de los 42. Ante la descompensación y el desmayo de muchos pacientes y trabajadores, el personal médico y de enfermería decidieron suspender las intervenciones quirúrgicas programadas. Por entonces, familiares y amigos de los pacientes internados, acercaban a los hospitales ventiladores, conservadoras con hielo y agua.
“Es una vergüenza que en la Ciudad más rica del país no ande la ventilación en verano y tampoco la calefacción en invierno. Año tras año venimos reclamando, incluso desde la era Macri como jefe de Gobierno, pero ahora estamos mucho peor”, cuenta a Tiempo Héctor Ortiz, licenciado en Enfermería del Hospital Durand y delegado de la Agrupación Hospitales de la Ciudad.
En ese nosocomio del barrio de Caballito, al igual que en el resto de los centros de salud, cuando se rompe un caño, la empresa Metrogas corta el suministro y no lo repara. “Esto tiene que ver con un abandono general que sufren nuestros hospitales, pero los que más padecen esta desidia son los pacientes. Los familiares les traen estufas y colchas para que no pasen frío en la noche. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”, agrega.
En el barrio de Belgrano se encuentra el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP) instaurado en 1956 por la Comisión Nacional de Rehabilitación. En 1992 pasó como organismo descentralizado al ámbito del GCBA mediante la Ley 19.337, y se especializa en la atención integral del paciente con discapacidades en el área neuromotora-ortopédica que requiera de rehabilitación clínico-quirúrgica en internación y tratamiento ambulatorio.
“Hace más de siete años que se rompió la caldera central del hospital y la administración porteña nunca la reparó porque argumentan que los costos son muy altos, que no había presupuesto para arreglarla, entonces la anularon y en las salas pusieron aire acondicionado frío-calor, pero con estas bajas temperaturas es insuficiente y en pleno invierno mucho peor”, explica a Tiempo Pablo Lima, trabajador del sector de enfermería del IREP.