Se trata de un proyecto de ley que propone estrategias de prevención, atención y educación. Pero también plantea convertir el acoso sexual callejero en un agravante de la figura de hostigamiento.
Existen alternativas a la propuesta de crear vagones especiales que confinan a las mujeres para “protegerlas”, que se hizo viral estos días de la mano de un proyecto de la legisladora Graciela Ocaña. Una de ellas está en debate en la Legislatura porteña. Se trata de un proyecto de ley que propone estrategias de prevención, atención y educación. Pero también plantea convertir el acoso sexual callejero en un agravante de la figura de hostigamiento que está en el Código Contravencional de la ciudad.
En realidad se trata de dos proyectos de ley del año pasado. El primero, presentado por los legisladores Pablo Ferreyra, María Rachid y Gustavo Fucks (FpV). El segundo, por las legisladoras Claudia Neira y Gabriela Alegre, del mismo partido. Éste a su vez toma como antecedente un proyecto presentado en 2014 al Parlamento de las Mujeres, a través de la ong Asociación Civil de Especialistas en Violencia Familiar (ACEViFa).
Ambos se transformaron en un proyecto consensuado que desde hace semanas se debate en las reuniones de asesores/as de la Comisión Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud. El proyecto define al acoso sexual callejero como “las conductas físicas o verbales de naturaleza o connotación sexual, basadas en el género, identidad y/u orientación sexual, realizadas por una o más personas en contra de otra u otras, quienes no desean o rechazan estas conductas en tanto afectan su dignidad, sus derechos fundamentales como la libertad, integridad y libre tránsito, creando en ellas intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo en los espacios públicos y en los espacios privados de acceso público”. La definición remite a una ley sancionada el año pasado –la 5306– que instituye el 2 de octubre de cada año como el Día de Lucha contra el Acoso Sexual Callejero y dice que “el Poder Ejecutivo realizará, en la semana del 2 de octubre de cada año, actividades y campañas de difusión para la visibilización y desnaturalización del Acoso Sexual Callejero, así como también para la erradicación de este tipo de violencia de género y de sus consecuencias”.
En la misma línea, el proyecto que se debate por estos días obliga a la Autoridad de Aplicación a: “realizar campañas de difusión que contribuyan a concientizar y a dar visibilidad a la problemática”; y a “elaborar y distribuir material que informe sobre el contenido de la presente ley y sobre las características del acoso sexual en lugares públicos y las vías para denunciarlo”.
Fuente: PBA/P12.