El tramo de la avenida
Corrientes que va desde Callao
y hasta Libertad, luego de 15 meses de obra, tiene media arteria de asfalto
normal y del otro lado, una especie de empedrado. Un cantero central divide
ambas calzadas. Dentro de pocos días, la tradicional calle también cambiará su
funcionalidad a lo largo de esas seis cuadras. Un par de carriles serán de uso exclusivo para el
transporte públicodurante las 24 horas, mientras de día los otros dos recibirán
tránsito liviano y se volverán peatonales cuando caiga la
tarde.
La obra será inaugurada el sábado en un acto oficial. Las dos
vías del lado izquierdo (sentido al Obelisco) se volverán
de uso exclusivo para los peatones entre las 19 y las 2 de la madrugada. Los vehículos particulares tendrán
vedado el paso tanto por ese lado como por los otros dos carriles derechos; en
este caso, la prohibición será durante todo el día ya que sólo podrán transitar
por allí colectivos y taxis. Los
automovilistas deberán buscar alternativas para continuar su camino hacia la
Avenida 9 de Julio.
El proyecto oficial Calle
Corrientes, elaborado con la intención de mejorar la experiencia del turismo cultural
peatonal en esa concurrida arteria reconocida por la actividad teatral, las librerías y la
oferta gastronómica, tuvo dos etapas. La primera, entre el Obelisco y Florida, se terminó a
mediados del año pasado y consistió, principalmente, en el ensanchamiento de
las veredas y la instalación de mobiliario para el descanso de los peatones,
informa La Nación.
La segunda, la de la peatonalización de las seis
cuadras entre Libertad y Callao, es la que se está
terminando de ejecutar. Además de la delimitación de las diferentes calzadas y
la instalación del cantero central, la obra incluyó el ensanche de las veredas
para generar todavía más espacio peatonal. Y en las esquinas los cruces
transversales se nivelaron con las aceras.
A lo largo de los 600 metros intervenidos, la avenida Corrientes ya tiene
delimitadas dársenas especiales para carga y descarga de mercadería que
funcionarán de 9 a 19 horas y donde no estará permitido estacionar. Los puestos de diarios atraviesan un
proceso de renovación. En tanto, los encargados
de edificios y comerciantes recibirían estos días unas tarjetas para utilizar en ciertos
cestos de basura y así disponer los residuos de viviendas y locales.
Durante los meses en los que se desarrollaron las obras, los
comerciantes de la avenida debieron resistir al polvo incontrolable que se
escabullía en sus locales y al ruido de las máquinas; pero, sobre todo, se
quejaron por la merma en sus ventas como consecuencia de los inconvenientes que
los clientes tenían para transitar con comodidad por la zona. Algunos
históricos comercios, como la confitería
La Giralda, la bombonería Lion D’or y la boutique Normandie, no
resistieron y tuvieron que cerrar.
«Fueron
varios meses caóticos. Estábamos como enjaulados y nadie quería caminar por acá», recuerda a La Nación una empleada de una casa de bijouterie.
El empresario y productor teatral Carlos Rottemberg relató a La
Nación: «Esta obra puede convertir a
Corrientes en un paseo gastronómico, comercial y cultural importante, muy por
encima del teatro. Que se convierta en eso es una chance, pero será comprobable
solo en la práctica, en el mantenimiento que luego de la inauguración se haga
de ese gran espacio público».
En el mismo sentido se expresó Sebastián Blutrach,
presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales
(AADET). «Tenemos buenas
expectativas. Este proyecto tiene que ser acompañado por seguridad y limpieza
del espacio».