Un proyecto de ley de la Defensoría de Pueblo busca demoler edificios del Gobierno Porteño para construir nuevas plazas.

No existe lugar para las dudas: los espacios verdes son parte fundamental de toda ciudad. Y más aún de las grandes urbes: allí no sólo se expresa la vida cultural de las comunidades barriales, sino que también se crean vínculos, se descomponen las rutinas y, claro, se aporta a generar una conexión con la naturaleza que resulta imposible en una vida de ruido y asfalto.

En ese sentido, la Defensoría de Pueblo de la ciudad acaba de presentar un proyecto de ley que busca demoler propiedades del Gobierno Porteño para generar nuevos espacios verdes.

La iniciativa fue presentada en la Legislatura Porteña y busca estipular cuáles son aquellos inmuebles que deberían ser demolidos para generar nuevos sectores naturales. La iniciativa incluirá a aquellos edificios del Gobierno Porteño que no estén afectados al “régimen de propiedad horizontal, que se encuentren construidos exclusivamente en planta baja y ubicados era una esquina”

El proyecto surge a raíz de la convicción del defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor –quien también firma el documento-, que entiende que existe un “significativo déficit de espacios verdes” en Buenos Aires. De hecho, según la ONE Hábitat, la ciudad ocupa el penúltimo lugar de un total de diez estudiadas. Son un total de 6,2 metros de espacio público verde por habitante los que existen en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que son 2 los que tiene Lima, la última en la categoría.

Entonces, las cuentas son claras: si para la ONU la medida óptima es una existencia de entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por habitante, entonces la ciudad porteña se encuentra en un claro déficit en un punto en el que no puede haber discusiones.

De ahora en más, será cuestión entonces de mantener la atención en el proyecto y, sobre todo, defender los espacios ya existentes, para que no sólo existan sino que además funcionen en excelente estado y con mantenimiento constante. Sólo así, como en muchas otras cosas, la Ciudad podrá aspirar a ser el gran territorio urbano que merece ser.