El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires parece haberle declarado la guerra a las Cooperadoras Escolares en el Distrito Porteño. A la merma de presupuesto que les hace padecer en los últimos años, le suma ahora un concurso de competencia por fondos que va a contramano del derecho a una educación igualitaria; una norma básica y fundamental de la educación pública.
Los fondos que reciben las cooperadoras de las escuelas públicas porteñas a través del FUDE (Fondo Único Descentralizado de Escuelas) es cada vez menor, según denuncian las propias Asociaciones Cooperadoras esa cifra asciende a 112 pesos por alumno por año. El Jefe de gobierno, Horacio Rodriguez Larreta, justifica esta cifra irrisoria diciendo que ahora es el estado el que se hace cargo de proveer a los 824 establecimientos educativos porteños de todo lo que necesitan, ya que el funcionamiento de las cooperadoras escolares del distrito ha sido muy desigual, que ha habido en algunas de ellas situaciones de corrupción y/o incapacidad y que los alumnos no deben pagar por el malfuncionamiento de estos organismos. Lo que no dice el intendente es que los alumnos tampoco debieran pagar por la incapacidad y la desidia del gobierno, ya que las escuelas porteñas vienen mostrando carencias elementales desde hace tiempo, sólo en este año el abanico es inmenso: Van desde la lluvia cloacal por ruptura de un caño en una escuela de Belgrano R hasta perdidas de gas en una escuela de Retiro, desde caída de techos en diferentes escuelas, incluso una recién construida en la Villa 31, hasta la invasión de roedores en muchos establecimientos en diferentes zonas de la ciudad, Caballito, Saavedra, Barracas por no hablar de los problemas generalizados en los comedores escolares con la restricción de becas y la baja en la calidad y cantidad de las raciones.
Las empresas designadas por el gobierno para realizar el mantenimiento suelen demorarse en atender los reclamos y cuando realizan las obras, estas duran unos meses y al poco tiempo hay que realizarlas nuevamente porque están mal hechas (Cualquier parecido con los arreglos que vemos en la calle es pura casualidad).
A esta relación, ya tensa, entre el gobierno porteño y las Cooperadoras escolares se ha venido a sumar la nueva propuesta del gobierno: Un Concurso en el que cada escuela a través de la asociación de padres puede presentar un proyecto pedagógico para su institución; en el que los 100 mejores recibirán 100.000 pesos cada uno (hoy lo que recibe cada escuela por FUDE ronda los 30.000 pesos anuales) dejando a las claras la idea meritocrática que subyace en la mente de los funcionarios de este gobierno que pretende beneficiar al 12% de las escuelas con una cifra insuficiente, dejando fuera de ese “beneficio” a casi el 90% de los alumnos de la ciudad que dependerán de los “meritos” que hagan sus padres y docentes para poder estudiar en un ámbito menos carenciado. Un criterio ético sumamente cuestionable, tanto como el discurso del intendente Rodriguez Larreta quien por un lado pregona ante los medios, su vocación por que el estado defienda el derecho de los alumnos a una educación pública igualitaria, pero en los hechos hay sobrados ejemplos de como su gobierno se desentiende de esa tarea exponiendo a la comunidad educativa porteña a riesgos físicos y a la pérdida constante de días de clase que origina el mal mantenimiento de las escuelas, que en muchos casos es superior al producido por los conflictos salariales.
Eduardo de la Serna