Así lo reveló el Mapa del Ruido Interactivo generado por el Ministerio de Ambienta y Espacio Público.
El problema del ruido es propio de las grandes ciudades: un mal invisible pero presente, que ataca directamente la sensibilidad, el día a día y la calidad de vida de los vecinos. Y para poder atacarlo y contenerlo, primero hay que conocerlo. Por eso resulta interesante la iniciativa del Ministerio de Ambiente y Espacio Público: se difundió el Mapa del Ruido Interactivo de la Ciudad.
El mismo fue generado a través de un software validado con mediciones sonoras de largo plazo. Para ello se instalaron estaciones de monitoreo que miden al mismo tiempo distintos puntos geográficos.
Los estudios arrojaron que la mayoría del territorio tiene, durante el día, decibeles de más de 75 decibeles de ruido. Y aunque durante la noche esos niveles bajan a unos 5 decibeles, el dato resulta alarmante: según los expertos, un sonido de 70 decibeles impide –o, como mínimo, dificulta- realizar taras de concentración y atención. E, incluso, cuando eso se incrementa, las consecuencias son peores: en los 80 o 90 decibeles los individuos comienzan a sentir estrés, cansancio y alteración del sueño.
Según los datos oficiales, la zonas más ruidosas son las avenidas. Entre las más nocivas se encuentran Juan B. Justo, Paseo Colón, Belgrano, Entre Rios, Callao, Rivadavia, Independencia, Beiró y Corrientes. Es que, claro, el sentido común lo sugiere y el análisis lo confirma: el tránsito es la mayor fuente de ruido en la Ciudad. Por ese motivo, campañas de concientización al respecto buscan desalentar el uso del auto particular.
Y así como se cuentan las zonas más nocivas, el mapa también revela los barrios más silenciosos. Entre ellos se cuentan Villa Devoto, La Boca, Barracas, Villa Urquiza y Saavedra. Y en la especificidad, la avenida Don Pedro de Mendoza –entre Garibaldi y General Daniel Cerri- y la calle Irala –entre Aristóbulo del Valle y la avenida Martín García- son las calles más silenciosas, con un promedio de menos de 65 decibeles.