Aunque sus dueños pelearon durante mucho tiempo para habilitar su trabajo en la vía pública, los altos generaron muchos inconvenientes. Ahora, evalúan alternativas para volver a funcionar.

Hace algunos años, la cuestión de los Food Trucks fue de las más polémicas de las discusiones porteñas: dueños de restaurantes y dueños de rodados discutían sobre ventajas y desventajas de la novedad en una disputa que, finalmente, terminó por inclinarse para el lado de la comida callejera.

Ahora, a un año y medio de la aparición de los primeros camiones en la vía pública, su trabajo ha cesado: los dueños denuncian que el sistema no les funciona económicamente. Así comentó Martín Buquet a La Nación: “no es redituable el negocio tal como se pensó en el proyecto inicial”. Además, remató: “con ese dinero, me alquilo un local”. Es que, claro sus costos eran altos: por día, el generador consumía al menos 5000 pesos de combustible. Eso, frente a la escasez de demanda producto de la zona asignada a cada Food Truck derivada de un sorteo público de la Lotería Nacional generó, justamente, que el éxito o el fracaso del negocio estuviera signado por un número y una ubicación azarosa: redituable para algunos y no tanto para otros.

Esto comentó a La Nación el representante de la Asociación Food Truck de la República Argentina: “»Surgió otro inconveniente, que también afecta lo económico. Si bien la ley no dice si un puesto debe mantenerse fijo en un lugar, lo cierto es que sí hay que quedarse en el punto que se ganó. Esta inmovilidad rompe con el espíritu de los Food Trucks y, además, limita la venta. En una zona movida, tipo el centro, la clientela se renueva constantemente, pero en un barrio la gente se cansa de comer siempre lo mismo. No es que tenemos la posibilidad de modificar el menú todos los días»

Por eso, aunque son 77 los Food Trucks habilitados para trabajar en el ámbito de la Ciudad, muchos ya no abren sus cortinas en la vía pública y prefieren hacerlo en eventos o espacios privados. Ahora, la novedad es que están trabajado en alguna opción para hacer de este un negocio más viable: “Estamos trabajando en conjunto con el Gobierno porteño para buscar alguna alternativa y hacerle alguna modificación a la ley que permita que podamos llevar adelante la actividad. Hay buena predisposición de todas las partes» comentó Bouquet.