En el mes de mayo de 2015, el gobierno porteño inauguró con gran pompa el Centro de Vestuario del Complejo Teatral de Buenos Aires, ubicado en la calle Gregoria Pérez 3621, del barrio porteño de Colegiales. Un espacio especialmente diseñado para la conservación de las históricas prendas utilizadas durante 50 años en el Teatro General San Martín. Apenas pasados 4 años, el gobierno Municipal quiere vender el inmueble, tirando por la borda toda la inversión y el esfuerzo realizados en la puesta a punto de este maravilloso edificio.

En el año 2013 la Fundación Amigos del Complejo Teatral de Buenos Aires presentó un proyecto para la creación de un Centro de Vestuario que recopilara todo el patrimonio indumentario de los teatros oficiales de la ciudad. La idea se concretó dos años más tarde con el apoyo de fondos privados y del erario público porteño. Se logró remodelar adecuadamente el depósito de la calle Gregoria Pérez donde se encontraban los vestuarios teatrales guardados en pésimas condiciones debido a la humedad imperante en el lugar, que había echado a perder un porcentaje importante de las prendas. Se le dieron las condiciones de iluminación,  temperatura y humedad necesarias para la preservación de textiles de acuerdo a normas internacionales. La inauguración del Centro se hizo con bombos y platillos. Participaron de ella importantes figuras de la escena nacional: Leonor Manso, Ana María Cores, Alberto Ajaka, Martín Slipak, Andrea Bonelli, entre otros, desfilaron con algunos de los trajes que utilizaron en distintas obras puestas en diferentes salas oficiales porteñas. Fue definido por las autoridades culturales de entonces como “El Centro de Vestuario Teatral más grande de Latinoamérica”

En el lugar se conservan casi 40 mil prendas, tiene secciones dedicadas a grandes vestuaristas como Renata Schussheim, Jorge Ferrari, Eugenio Zanetti, Graciela Galán, Nene Murúa y Mini Zuccheri y es motivo de consulta permanente de teatros de todo el mundo. Es un reducto de gran importancia en la preservación del patrimonio cultural nacional. Sin embargo en diciembre de 2019, en la última sesión de la legislatura porteña, antes de que la conformación de la cámara cambiara debido a las elecciones de octubre, los legisladores de la ciudad sancionaron la ley 6.287 que en su primer artículo declara innecesarios para la gestión del gobierno una lista de casi 200 inmuebles, entre los que se encuentra el predio que ocupa el centro de vestuario. Enseguida se levantaron las voces de diferentes entidades culturales en contra de la venta de este espacio de 600 metros cuadrados que alberga una importante porción de la historia teatral porteña. Las mismas fueron respondidas por las autoridades municipales intentando llevar tranquilidad  al sector cultural, aduciendo que de venderse el predio, el Centro sería trasladado a otro inmueble apto para la preservación textil, circunstancia recibida con desconfianza por buena parte del medio teatral. Esta decisión del gobierno porteño pone al desnudo la carencia total de proyectos a mediano y largo plazo, así como la dilapidación y derroche de fondos públicos con que se mueve la administración PRO en pos de una voracidad extrema por hacer negocios con las empresas amigas del poder. El trabajo realizado y el dinero gastado hace sólo cuatro años, se desecha en pos de un nuevo negocio inmobiliario. Realizar una obra para descartarla al poco tiempo, y reemplazarla por otra, se ha convertido en un clásico del gobierno municipal.

Por Eduardo de la Serna