En todos los países afectados por el COVID-19 se han generado grupos con mayor o menor poder que se oponen a la realización de cuarentenas como método de contención de la pandemia. Argentina no ha sido la excepción a esta regla y en las últimas semanas hemos sido testigos de diferentes manifestaciones que expresaban su oposición a la continuidad de las medidas de aislamiento colectivo, la mayoría de ellas en la zona del AMBA, donde se encuentra el 80 % de los casos de contagios en el país.

¿Qué fue primero el huevo o la gallina? ¿Los sectores que se manifiestan contra la cuarentena o los medios de prensa que dicen que la gente está harta de padecer la cuarentena? ¿Un círculo vicioso que se retro alimenta? ¿Un perro que se muerde la cola porque no tiene a quien morder? En Argentina los sectores anti-cuarentena, aunque parecen ser minoritarios, pueden dividirse en dos grupos específicos: 1) Los Concretos; aquellos que tienen serios problemas económicos para subsistir ante la inactividad comercial generada, trabajadores independientes, en negro, informales, monotributistas o pequeños empresarios y comerciantes a los que no les alcanza la insuficiente y/o tardía ayuda estatal para hacer frente a sus necesidades básicas y obligaciones

2) Los Abstractos; aquellos que esgrimen motivos de carácter ideológico. En este sector se agrupan Liberales y Libertarios, anarquistas de ultraderecha y ultraizquierda que piensan que el estado no debería existir pero nunca explican cómo harían los seres humanos para sobrevivir sin matarse los unos a los otros de una manera bestial y salvaje en un mundo con miles de millones de habitantes sin organización social, Paranoicos que ven conspiraciones hasta en el cambio de luz de los semáforos, Delirantes, adherentes consecuentes al pensamiento mágicoque descreen de las evidencias científicas o argumentos lógicos y Odiadores o Gorilas, quienes suelen falsamente esgrimir motivos económicos a pesar de pertenecer a un sector social de ingresos holgados y bienes abundantes, buscando enmascarar la verdadera  razón de su protesta: Un antiperonismo visceral, un antisocialismo acérrimo que los lleva a criticar cualquier medida que tome un gobierno popular, aunque sea beneficiosa para ellos y la mayoría de los habitantes del país.

Los Concretos, tiene un motivo claro, palpable, visible para quejarse de la cuarentena, pero buscan soluciones muy diferentes a las del otro grupo. Esperan que el gobierno les dé respuesta a su problema económico. Creen que la solución está en el Estado coordinando las variables de la economía.

Los Abstractos por el contrario esconden detrás de la palabra libertad, su individualismo a toda prueba, su miserable egoísmo, su adhesión a la supervivencia del más fuerte, al sálvese quien pueda. Millones de infectados y centenares de muertos en el mundo no parecen importarles. Que la Argentina corra la misma suerte les es indiferente. Como siempre la pregunta es: ¿Igualdad o libertad? Y como siempre la respuesta es: Sin igualdad de oportunidades la libertad se transforma en una herramienta de la injusticia.

Por Eduardo de la Serna