Por Mateo Missio
Fotos: Info Villa del Parque

Socios del Club Social y Deportivo Pacífico realizando acciones solidarias en pandemia

Clubes de barrio de la Comuna 11 emprendieron actividades solidarias en barrio vulnerables. Con la imposibilidad de realizar actividades deportivas, los clubes sociales del barrio no se quedaron de brazos cruzados y cumplieron con su función social.

Ciudad Oculta en Lugano, La Carbonilla en La Paternal, el merendero Carita Felices en Villa Lynch y el comedor Pim Pom en la villa Zabaleta son los cuatro destinos a los que se acercaron los miembros y socios del Club Pacífico ubicado en Santo Tomé 3852.

Más de 20 socios del club participan de las acciones solidarias. Se encargan de pasar casa por casa a buscar donaciones, se reúnen los sábados en el club para clasificar y organizar, cocinar y armar viandas. Luego cargan todo en una camioneta y lo llevan a destino.

A través de una red solidaria de comercios, cooperativas y profesionales, reúnen diferentes artículos que luego llevan a los barrios populares: artículos de limpieza e higiene, frutas y verduras, viandas, pan y donaciones de dinero que van destinadas a comedores, merenderos o centros de día.

La Brújula Barrial conversó con Rodrigo Gago, quién forma parte del Club Social y Deportivo Pacífico y contó que “el Club siempre realizó acciones sociales y solidarias, pero ahora con la pandemia salió mucho más a la luz ese espíritu. De todos modos, cuando se puede hacer deporte también cumplimos una función social. No solo enseñamos a jugar, sino que muchas veces nuestro trabajo se trata de contener a chicas y chicos que no pueden estar en su casa.”

Los clubes de barrio se remontan a comienzos del siglo XX y, en toda su historia, han sido un incomparable ámbito de socialización donde se forjan fuertes sentimientos de pertenencia a una comunidad, a una entidad, a una camiseta o insignia. Es un espacio que difícilmente será reemplazado como espacio de integración social, de transmisión de valores y tradiciones comunitarias.

“Este año a diferencia de otros me sorprendió mucho la cantidad de cosas que juntamos. Fue impresionante. Pudimos ver la desigualdad que hay. Vimos cosas en perfecto estado que dona una familia para un nene o una nena de la villa que nunca tuvo un juguete de esa calidad” declara Rodrigo sobre el trabajo solidario del Club en plena pandemia.

Los clubes además de ser un espacio donde los jóvenes encuentran reglas de convivencia, aprenden un deporte y todos los hábitos que la práctica deportiva implica. Pero también es un lugar de contención que aleja a mucha gente de los riesgos de la calle.

“La sensación de ayudar es espectacular, pero no deja de ser muy chocante lo que te cuenta la gente. Es por eso que con todo lo que pasó este año vamos a hacer más cosas sociales. Estamos en un proyecto para llevar los teatros a los clubes para que haya cultura en los barrios. También estamos formando el departamento de diversidad y géneros en el club y muchas cosas más que van hacia lograr mayor integración social” concluye Rodrigo.