Ambientalistas, activistas y legisladores porteños marcharon contra la decisión del Gobierno de la Ciudad de privatizar la costanera para construir edificios.   

En la docena de años de gestión del Pro en la Ciudad se privatizaron más de 473 hectáreas de tierras, que equivalen a 236 Plazas de Mayo. Un negocio millonario en el que grandes inversores inmobiliarios prácticamente se dividieron la Ciudad: Elzstain (IRSA o Banco Hipotecario), Costantini (Consultatio), Sancor Seguros, Inversa y el grupo Werthein (Landmark), entre los principales. Más de la mitad de estas privatizaciones se dieron durante la administración de Horacio Rodríguez Larreta, quien en cuatro años vendió más tierras que Mauricio Macri en sus ocho años como jefe de gobierno. Un verdadero hombre record. Además, que 150 hectáreas privatizadas corresponden a superficies verdes absorbentes, pérdida que agrava el déficit de espacios verdes que tienen los porteños.

Hace un tiempo comenzó la polémica por la decisión de privatizar los terrenos de costanera norte. El gran rechazo pudo sentirse en una caravana de manifestantes hace la costanera bajo las consignas «Caravana en defensa del Río» y «No a la venta de la Costanera». Algunos legisladores porteños, junto a organizaciones ambientalistas y agrupaciones culturales encabezaron una caravana política, vecinal y ambientalista.

Los manifestantes se fueron congregaron desde las 16 en Salguero y Las Heras; La Torre de los Ingleses, en Retiro, y en el Planetario, y desde allí partieron rumbo a la Costanera donde, poco más de una hora después, se congregaron cientos de manifestantes.

El proyecto prevé la construcción de un conglomerado de diez edificios de hasta diez pisos de altura, con calles internas y un espacio verde que finaliza en la ribera, sobre el cual se permitirá el acceso público, según anuncian sus promotores.

En la Ciudad hay 5,56 metros cuadrados de espacio verde por habitante, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda, como mínimo 15 metros cuadrados por persona. El Gobierno de la Ciudad debe escuchar el reclamo de los vecinos, no es saludable vivir en puro cemento. Tenemos que aprender la lección que nos está dejando la pandemia sobre el valor de los espacios verdes. 

Fermín De La Serna