Cantante que viene de la actuación y declara sentirses una actriz que canta más que una cantante de profesión. Julieta se encuentra cerca de lanzar su próximo disco llamado La Caldera nos contó sobre este trabajo, indagamos en su incios como artista y sobre el activismo feminista.

En tu infancia pasaste por Boedo, Villa Luro y Paternal. ¿Cuál era tu relación con esos barrios? ¿Qué relación tenés ahora con la ciudad?

Nací en Villa Luro y después viví en la Paternal. En realidad nací en Boedo y de bebé me fui para Villa Luro. Iba a la colonia de Vélez Sarsfield, me acuerdo. Y Paternal es un barrio que me encanta. Siempre estoy yendo para allá, a comer y ver amigos. Ahora me vine a vivir a Salta y estoy viviendo acá, pero la mitad del año la paso en el barrio de Villa Crespo, presente en el disco Martingala. Soy de andar mucho por la Ciudad, más que nada por los barrios del sur. Almagro, por ejemplo, es un lugar en el que siempre estoy.

¿Adolfo Aristarian fue a presentar una película a tu escuela primaria? ¿Cómo es esa anécdota?

Yo iba a la escuela Villa Mitre, que queda en el barrio de La Paternal, a lado de la cancha de Argentinos Juniors. Siempre había muchos hijos de artistas y el hijo del director iba a la escuela. Hicieron una presentación de Un Lugar en el Mundo, me acuerdo que vinieron los actores a hablar. Esas cosas pasaban en ese colegio, que sigue existiendo, así que me imagino que deben seguir pasando otras situaciones similares.

¿De qué manera ingresaron la actuación y la música en tu vida? ¿Y cómo relacionas las dos industrias?

La actuación ingresó primero en mi vida. De chica quería ser actriz, así que mi mamá desde los nueve años me mandó a clases de actuación. En principio fue en el barrio de la Paternal, en el estudio de Diana Valiela. Después seguí con un montón de maestros más como por ejemplo Toto Castiñeiras. Y en un momento la música irrumpió en mi vida como algo que no había buscado. Unos músicos que trabajaban en una obra de teatro, Nahuel Russio y Alejandro Balbis me aconsejaron que me dedique a cantar y así fue que empecé a probar con el tango, que era algo que me gustaba mucho. La verdad es que hoy las tengo completamente relacionadas a las dos disciplinas porque cuando me subo al escenario o cuando canto donde sea la interpretación forma una parte muy importante del todo, así que la actuación y la música van de la mano.

¿Qué es lo que te hace feliz de cantar?

Lo que me hace feliz de cantar es que me conecta mucho con las personas.

¿Qué artistas te potencian la creatividad hoy en día?

Son muchos los artistas que me potencian en este momento. Colegas, compañeras, músicas, musiques. Escritoras, actrices. Camila Sosa Villada, la persona con la que vivo -Lucrecia Martel-, innumerables personas que me inspiran, por suerte.

¿Cómo viviste la lucha de la marea verde todos estos últimos años?

La lucha de la marea verde me parece que fue de lo mejor que nos pasó en el último tiempo. A mi me transformó mucho como persona, además de que se pudo conseguir la ley y fue muy emocionante. Es algo que me transformó mucho. En estos últimos años me he preguntado las cosas de nuevo. He descubierto un montón de cosas que me habían pasado. He descubierto un montón de músicas con las que no había podido tocar o compartir encuentros. Es mucho el cambio que me trajo esta movida, esta marea verde.

¿Estas con proyectos nuevos? ¿Qué estás haciendo?

Estoy con proyectos nuevos, sí. Estoy por sacar un disco que se llama La Caldera, del cual ya subí varias canciones en adelanto pero faltan varias más, así que pronto ese disco va a salir. Por otro lado estoy grabando con Yuri Venturin, el director de la Fernández Fierro, y una formación increíble. Es un disco de tangos nuevos que empiezo a grabar en marzo. Y parece que también hay un programa musical que va a salir por ahí, en sorpresa. Así que estoy grabando y por sacar disco, tratando de encontrar la forma de tocar pronto, en algún momento. Tengo varias participaciones en el Centro Cultural Kirchner en el mes del febrero y también me invitaron a tocar en el hipódromo, así que voy a estar todo febrero trabajando fuerte en Buenos Aires.

Fermín de la Serna