El debate público sobre el turismo de vacunas, y la creciente desigualdad en el acceso a la salud.  ¿Cómo es vacunarse en Miami?

El turismo de vacunas es un fenómeno derivado de la pandemia de coronavirus que al día de hoy ha cobrado la vida de más de 3,3 millones de personas alrededor del mundo. Grupos privilegiados de personas han empezado a viajar al país del norte con el único objetivo de recibir la o las dosis del inmunizante.

Mientras los países como China y Rusia decidieron desde un primer momento por la exportación de vacunas, en Estados Unidos priorizaron la vacunación interna y lo hicieron de manera masiva. Con 129 millones de personas vacunadas (el equivalente al 39,30% de su población), Estados Unidos inmunizó a troche y moche sin parar, y luego fue por la vieja fórmula que tanto provecho le ha dado a lo largo de su historia: convertir cualquier bien en mercancía.

Ahora si cabe destacar que, para salir del barrio, pagar un aéreo, la visa, y una estadía en el estado de Florida hay que poder tener la “teca” como diría un amigo mío. El que puede se salva y el que no, lo mira por tv. La lógica liberal meritocrata parece reinar en un mundo repleto de desigualdades y conceptos macabros.

Si bien el gobierno argentino no cuenta con registro de cuántas personas se han vacunado en el exterior, algunos indicadores dan cuenta del crecimiento exponencial del turismo sanitario. Según datos de Aerolíneas Argentinas, los vuelos a Miami pasaron de un 52% de ocupación en el primer trimestre del año, a un 61% en abril, un 100% en mayo y un 75% en junio hasta el momento.

¿Pero cómo es el procedimiento para vacunarse en Miami? Muy fácil. Una vez que el turista cuenta con pasaje de avión y visa, debe registrarse en la web Vaccine Spotter y seleccionar el estado de Florida. Allí se puede elegir la farmacia de preferencia y la vacuna que se desea recibir. En el caso de Pfizer y Moderna son dos dosis, pero con la de Johnson & Johnson se resuelve con apenas una. Ocho horas de ida, ocho de vuelta, unos dos mil quinientos dólares y listo. Salvo por eso, la vacunación es totalmente gratuita.

Queda al descubierto que en esta carrera por la subsistencia algunos pocos tienen privilegios y ningún pudor. Mauricio Macri, Jorge Rial, Matías Martin o Ana Rosenfeld se embarcaron como turistas sanitarios mientras las grandes masas de la población argentina esperan su turno de vacunación.

«Qué feíto suponer que porque se vacunan en Miami nos hacen el favor de liberar una vacuna», opinó la periodista Cecilia Laratro sobre uno de los argumentos más difundidos entre quienes viajan a Estados Unidos a inmunizarse. «No justifiquen que van a vacunarse a Miami para dejarle a otro argentino su vacuna. Es una decisión individual comprensible pero no se hagan los solidarios porque lo hacen por interés personal, no social», publicó en Twitter otro usuario, en el mismo sentido. 

Fermín de la Serna