Un relevamiento realizado por una ONG detalla mutilaciones que se acomodan a necesidades de emprendimientos inmobiliarios que no fueron aprobados y extracciones sin justificación.
La organización Basta de Mutilar Nuestros Árboles (BdM) realizó un informe que recaba distintos casos de mutilación y extracción de árboles sin justificación en el barrio de Villa Devoto. Los vecinos y vecinas advirtieron que el nuevo Código Urbanístico (CUR) de 2018 y la aprobación del Distrito del Vino en parte de la Comuna 11 aceleraron el avance inmobiliario que hace «estragos» sobre el arbolado público urbano en «El Jardín de Buenos Aires». A principios de julio, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dejó firme el fallo que prohíbe la tala y poda indiscriminada de árboles en la Ciudad.
«En Villa Devoto el arbolado público viene siendo maltratado de innumerables maneras en los últimos tiempos», denunciaron desde Basta de Mutilar Nuestros Árboles. Esa parte de la Ciudad, señalaron, es una «zona verde liberada» para la extracción y mutilación de árboles por parte de desarrolladores inmobiliarios o directamente por el Gobierno porteño.
La organización relevó cinco casos concretos de los últimos años, que sirven de ejemplo para demostrar la situación que atraviesa el arbolado público del barrio. En Salvador María del Carril y Allende, por ejemplo, los integrantes de BdM denunciaron que en enero de este año, «durante los días de calor abrasador, se extrajo un ejemplar que no tenía problemas en su contextura». «Meses después, esa esquina es vendida como lote para un desarrollo inmobiliario que es producto del nuevo CUR. El ‘despeje’ fue realizado de manera anticipatoria por el Gobierno de la Ciudad», agrega el relevamiento.
Otro caso es el del desarrollo inmobiliario de Nueva York y Ricardo Gutiérrez, donde BdM asegura que se actuó aún «con mayor saña». «Los árboles que ‘entorpecían’ las vistas están en terrenos de jurisdicción nacional por ser de ferrocarriles, así que fueron mutilados y quemados», precisaron. Para la organización, «la nueva zonificación del barrio, ahora parte del Distrito del Vino, en conjunción con el nuevo CUR, está causando estragos en el arbolado urbano de la mano de los desarrolladores inmobiliarios, constructoras y la Junta Comunal 11 de diversas formas».
No es la primera crítica que recibe la aprobación del Distrito del Vino en esa zona. En mayo pasado, organizaciones barriales de Villa Devoto y Villa del Parque, nucleadas en la Asamblea de Residentes del Distrito del Vino, presentaron una acción de amparo contra la norma que en septiembre del año pasado el oficialismo porteño aprobó en la Legislatura. La ley facilita la instalación de empresas, locales y comercios del sector vitivinícola en esos dos barrios y en un sector de La Paternal a través de beneficios de inversión e impositivos. Las agrupaciones catalogaron al Distrito del Vino como «el fin del Jardín de Buenos Aires y de las áreas residenciales de Villa Devoto y Villa del Parque».
Fermín de la Serna