Ian Shifres es músico y se dedica al teatro. Nació en Palermo, se mudó a Devoto y ahora hace su arte desde Flores. Junto a Mariano Tenconi Blanco y a Carolina Castro forma parte de la Compañía Teatro Futuro que combina literatura, música y teatro para crear nuevos mundos con la potencia revolucionaria de la imaginación.

¿Cómo fue tu infancia y juventud en relación al barrio donde naciste?

Yo nací en Palermo, así que la cuestión barrial fue medio… no existente. Sí recuerdo jugar con unos niños que vivían en el mismo PH y tenía una plaza cerca, así que también me acuerdo mucho de eso. Tengo el recuerdo de que como era tan cerca la plaza, me dejaban ir solo, lo que claramente nunca fue así. Nos mudamos cuando yo tenía 7, también a otro lugar en Palermo, más de edificios todavía. Recién cuando me fui a vivir solo a Devoto empecé a ver más casitas bajas y movidas barriales.

Como músico podía dedicarme a muchas aristas, pero hay algo en el mundo del teatro que me encantó

Ian Shifres

Con una familia dedicada totalmente a la música, ¿podías escapar? ¿cómo fue tu formación?

Seguro tenía forma de escapar. De hecho mis hermanas, si bien siempre dentro de lo artístico, también se fueron dedicando a distintas cosas. Así que formas de escaparse había, pero también un impulso muy grande por la música. Lo que me pasó fue que nunca me cuestioné a qué me iba a dedicar. En algún momento pensé en hacer una carrera paralela a la música, esas situaciones que uno tiene de pensar si no habría que estudiar alguna carrera “seria”, pero jamás tuve un pensamiento serio más allá de los cuestionamientos normales de ser niño y querer ser espía o bombero. Siempre tuve muy claro qué era lo que yo hacía y de hecho no sé hacer otra cosa y siempre tuve la mayor contención y ayuda de mis padres por todo lo que significó. Mis padres más allá de ser músicos eran docentes, así que yo estudié con ellos toda mi infancia.

¿Cómo fue tu acercamiento a la compañía Teatro Futuro y qué proyectos fueron desarrollando?

Yo a Mariano Tenconi y a Caro Castro los conocí arrancando en el mundo del trabajo en general, yo tenía 19 años, había hecho alguna obra de teatro pero no con música propia, sino interpretando música ya existente. Así fue mi acercamiento a Mariano. La verdad es que yo no tenía mucha noción del universo teatral como trabajo en sí, sabía que existía, obviamente, pero de más chico siempre pensé en cuestiones compositivas respecto al cine u otro tipo de situaciones, publicidad, televisión, pero no conocía la amplitud del teatro. Empezar a trabajar en teatro me abrió la cabeza, descubrí que era un mundo fascinante donde me sentía muy cómodo laburando y donde podía explotar un montón de cosas que yo podía explotar como copositor, además de que se podía viajar, se podían ganar premios, un montón de cosas que yo un poco desconocía. Y vinculado a Teatro Futuro hicimos una primera obra y fuimos descubriendo que compartimos mucho, mucha visión del teatro. Lo más importante fue que éramos tres personas de distintas disciplina, que encontramos en el teatro una forma de contar nuestra visión de las cosas. Obviamente el más directo es Mariano, que es autor y director, pero Caro, si bien venía de la comunicación, veía en el teatro un lugar para plasmar sus virtudes de producción y de creación. A mí me pasaba lo mismo: como músico podía dedicarme a muchas aristas, pero hay algo del mundo del vivo del teatro que me pareció fascinante y me encantó. Creo que eso nos unió para al año siguiente hacer otra obra, que fue la obra Futuro, donde decidimos empezar a pensar proyectos más a largo plazo y generar una estructura para poder movernos mejor.

Durante los diez años que lleva la compañía, en los que tuvimos 10 estrenos propios, es decir de obras de Mariano Tenconi, la idea siempre fue producir sus obras. Pero a partir de 2019, a raíz de que se fueron ampliando nuestras posibilidades y nuestras inquietudes, empezó a surgir la posibilidad de que la compañía produzca otras obras que no son necesariamente de Mariano. Ahí fue donde surgió por ejemplo “Una casa llena de agua”, que fue una obra que produjimos en 2019, escrita por Tamara Tenenbaum y dirigida por Andrea Garrote. A partir de ahí empezamos a abrir los horizontes. Ahora, pandemia por medio, estamos planteando diversos proyectos como por ejemplo mi obra Derecho de Piso, que empezamos a ensayar pronto. Es un musical que estoy dirigiendo con Ana Schimelman, que es una gran y joven dramaturga con la que estamos armando juntos este proyecto. 

Acaban de estrenar en el Teatro San Martín “Las ciencas naturales”, de Mariano Tenconi Blanco: ¿cómo continúa la exploración de la relación entre Europa y América Latina?

La obra forma parte de un proyecto que le propusimos al teatro San Martín llamado “la saga europea”. Es una especie de residencia que busca explorar la relación entre la literatura latinoamericana y la literatura europea. La idea inicial era estrenar Las cautivas y Las ciencias naturales en 2020, hacer una obra en cada teatro distinto del complejo. Obviamente eso no arrancó en 2020, sino recién en 2021. “Las ciencias naturales” juega con el mito fáustico aleman, para jugar con la literatura alemana y la literatura de acá. Quedan dos proyectos de esa saga europea, que son “Las invasiones inglesas”, obviamente ligada a la literatura inglesa, y “La traducción”. No tenemos fechas concretas para eso, porque se va dilatando porque estamos con otros proyectos con fecha de estreno, así que no está claro todavía cuándo se harán las obras que faltan, pero se van a hacer en algún momento de la vida. Van surgiendo otros proyectos en el medio, como una obra que nos vamos a hacer a Barcelona con una compañía de actrices catalana que se llama T de Teatra.

¿Cómo es el proceso de producción de tu primera obra como director?

A partir de ir explorando las ganas de ir haciendo distintas cosas, yo tenía ganas de hacer un musical e involucrarme con la escritura. La convoqué a Ana Schimelman, que además es una gran amiga. La craneamos un poco entre los dos, ella se dedicó un poco más al texto y yo a la música y la vamos a estar dirigiendo los dos. Arrancamos a ensayar ya. La verdad es que estoy ansioso. Por suerte tenemos tiempo. Recién vamos a estrenar en marzo del año que viene. Es un rol nuevo que me pone nervioso, pero tengo la contención de Ana y de la compañía.