El gobierno no responde y los chicos siguen sin nadar. La comunidad educativa de la escuela Álvarez Thomas del barrio de Agronomía lucha contra la resolución del Ministerio de Educación porteño que redujo las clases de natación en primaria y suspendió las del Jardín de Infantes.
“El Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no dio respuestas formales a los numerosos reclamos de la Comunidad en relación a los recortes del plan Natación” expresaron desde la comunidad educativa de la escuela Álvarez Thomas ubicada de Agronomía.
La escuela pública número 4, “Ignacio Alvarez Thomas” (ALVA) es una de las pocas de la Ciudad que tiene pileta propia, semiolímpica, cubierta y climatizada. Y los padres de los alumnos y el resto de la comunidad educativa resisten el ‘tijeretazo’ que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta viene aplicando al “Plan Natación”, que se realiza en ese establecimiento.
La piscina fue construida en 1970, dentro del predio de media manzana, ubicado en la calle Terrada 3983, con fondos genuinos aportados por las familias y reunidos por la cooperadora, bajo la coordinación del entonces director Jorge Sacco. Desde hace casi medio siglo, entonces, todos los alumnos del ALVA finalizaban los estudios primarios con el plus de saber nadar ya que natación siempre fue una asignatura obligatoria en la currícula y hasta varios de ellos triunfaron en torneos metropolitanos de ese deporte.
Ya en los dos últimos veranos, el Gobierno porteño impidió a la cooperadora del ALVA organizar la colonia de vacaciones en su propia pileta, que en modo autogestionario llevaba décadas realizándose con masiva afluencia de alumnos y otros pibes del barrio. Pero este año la ofensiva ha pasado a mayores y viene afectando a las mismísimas clases en el agua ya que no hay docentes designados por la Ciudad.
El recorte de Larreta desató zozobra en la comunidad escolar, cuyos alumnos, docentes y padres tapizaron los alrededores de la escuela con carteles para reclamar a la ministra porteña de Educación, Soledad Acuña, que frene el despojo de los planes de natación, logrados a partir del esfuerzo de los padres. Un comunicado de la asociación cooperadora detalló que “la decisión de recortes en el Plan Natación, implica la eliminación de dichas clases en el Nivel Inicial y la reducción del tiempo de clases para el Nivel Primario”, que “fue comunicada a la institución en los últimos días del ciclo lectivo 2017” y que “contó con un rotundo rechazo por parte de la comunidad toda, por atentar contra la calidad de la educación que reciben los niños y niñas y vulnerar un derecho adquirido por el alumnado de la institución desde hace años”.
Ante los intentos de este medio, los voceros del Gobierno porteño no contestaron a ninguna consulta sobre el conflicto. En el comunicado, los padres recordaron que “el natatorio con el que cuenta la Escuela 4 fue construido en su totalidad con fondos genuinos de su Cooperadora, que se hace cargo además del mantenimiento edilicio y de la adquisición de insumos y material didáctico para el dictado de clases y funcionamiento del natatorio y vestuarios, no sólo para uso de los niños y niñas de la propia escuela, sino también de alumnos y alumnas de escuelas cercanas”. Por esa razón, advierte el comunicado: “Esta modificación no se fundamenta en ninguna recomendación pedagógica, sino que, el trasfondo de esta medida es netamente económico. La reducción presupuestaria en la cantidad de natatorios que el GCBA utilizaba para esta actividad para todas las escuelas de la ciudad conlleva incremento de alumnos que utilizarán el natatorio de la Escuela 4, que al ser sostenido por la Asociación Cooperadora, no representa gasto para el Gobierno porteño. Una vez más la comunidad y cooperadoras escolares paleando las falencias estatales”.